La 'guerra del agua', de nuevo en Bruselas

El portavoz de campaña para las próximas elecciones genérales del PP valenciano, David Serra, calificó ayer el Programa AGUA puesto en marcha por el Gobierno central socialista de "improvisado" y denunció que "se basa en actuaciones que no cuentan con los permisos que marca la legislación europea". Serra fue más lejos y llegó a afirmar "los efectos que la central nuclear del mar puede ocasionar sobre los valores ambientales de una zona que es Lugar de Interés Comunitario (LIC)".

Serra achacó a la actitud poco dialogante del ministerio que dirige Cristina Narbona "la ineficacia y la toma de atajos que llevan a soluciones sin salida" en la construcción de la planta desaladora de Torrevieja. "No vamos a permitir que el ministerio de Medio Ambiente obvie las competencias autonómicas y que sólo aporte medidas tomadas desde la unilateralidad y sin diálogo", remató el responsable de la campaña para las próximas generales del partido que gobierna la Comunidad Valenciana.

Próximo informe europeo

La respuesta por parte del PSOE no se hizo esperar ayer. Y fue precisamente la portavoz de Asuntos Europeos del Grupo Socialista, María José Salvador Rubert, la que instó directamente al presidente del Gobierno autonómico valenciano, el popular Francisco Camps, a "actuar con responsabilidad" y a no trasaladar "su guerra del agua" a Bruselas cuando participe como ponente del informe sobre sequía y escasez de agua, que se ha de presentar ante el Comité de Regiones.

En su opinión, el discurso "victimista" de Camps "sólo conseguiría perjudicar a la Comunidad Valenciana, dando una imagen de político oportunista".

Pero además, la diputada socialista Salvador Rubert anticipa al presidente de la Generalitat Valenciana que su discurso "no cuajará" porque las instituciones europeas "no caerán ante el burdo engaño". Salvador Rubert se refirió, en concreto, a la estrategia de los populares españoles "más preocupados por atacar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que acabar con la escasez de agua".

El PSOE ironizó con que "la Generalitat de Rajoy pretende instrumentalizar el Comité de Regiones con fines partidistas" y lamentó que lo haga con "demagogia, con el trasvase del Ebro y que oculten que el agua sólo habría llegado a las comarcas del litoral y se habría adjudicado, como muy pronto, a partir de 2009".