Adiós a las ganancias anuales

Las ganancias que acumulaba la Bolsa española desde comienzos de año se esfumaron el pasado jueves. El Ibex , el más castigado entre los parqués del Viejo Continente, se dejó 216,4 puntos entre el lunes y el viernes, con lo que cerró a 14.237,8 puntos, un 1,49% menos que a comienzos de semana.

Se barruntaba desde hacía semanas. Las semanas de incertidumbre que se vivieron después de que el Ibex tocara techo el pasado 1 de junio se acabaron a comienzos de julio. La Bolsa española inició entonces una senda descendente que acabó con la pérdida de todo lo ganado durante el año. La puntilla ha llegado de la mano de la crisis de liquidez que ha llevado una semana de infarto que, al final, se ha saldado con unas pérdidas (-1,5%) menores de lo que cabría esperar por el revuelo que se ha levantado.

El hecho se consumó el pasado jueves. El desplome que vivieron ese día las Bolsas de todo el mundo, del que se escapó Nueva York a última hora por los cazadores de oportunidades, llevó al Ibex a perder definitivamente las ya exiguas ganancias anuales. La semana cerró este capítulo en positivo (0,64%) por las subidas del pasado viernes.

El Ibex ha liderado las caídas semanales de los mercados del Viejo Continente, pese a que el BBVA y el Santander, dos de sus grandes valores, forman parte de uno de los sectores más castigados por la crisis de las hipotecas basura estadounidenses, el bancario.

La entidad cántabra, de hecho, ha acabado la semana con ligeras ganancias. Y eso que en algún momento perdió su lugar como mayor empresa por capitalización de los mercados españoles de renta variable. Telefónica recuperó el cetro el pasado miércoles, pero el viernes el Santander volvió a imponerse al acabar con un valor total de casi 85.000 millones de euros, 2.000 millones más que la operadora de telecomunicaciones.

En Europa, si algo ha quedado claro a lo largo, ha sido la fortaleza de la Bolsa alemana. El Dax, el índice selectivo de Francfort, fue el mercado menos castigado el jueves negro, y en el cómputo semanal ha sido el que más ha subido, un 0,48%. Poco más que Londres que, pese a los bandazos que ha dado, ha acabado con un ligero ascenso del 0,43%.

Pese a la fuerte subida con la que acabó la sesión del viernes, los inversores están lejos de recuperar la confianza. Y ese mismo día se vivió la prueba. Las compras no se impusieron con claridad hasta que llegó la intervención de la Reserva Federal poco antes de la apertura de Wall Street. El organismo presidido por Ben Bernanke rebajó el tipo de interés que aplica al dinero que presta a las entidades bancarias, y cambió su discurso sobre la crisis financiera: por primera vez desde que estalló reconoció que puede llegar a la economía real. Los analistas lo interpretaron como el anuncio de una próxima bajada de los tipos de interés de referencia. De lo que parece deducirse que la normalidad todavía necesita la ayuda de los bancos centrales.