Mejores en todo

AUNQUE LOS SUZUKI Burgman 125 y 200 están en plena forma y mantienen buenas cifras de ventas, la marca japonesa ha renovado uno de sus modelos estrella para que sea aún más atractivo. El precio apenas ha variado, cuestan 3.449 y 3.599 euros, pero ahora presentan una estética actualizada y son más avanzados técnicamente.

El nuevo diseño mantiene la elegancia, pero presenta un aspecto más deportivo, con la pantalla un poco más baja y un espectacular grupo óptico en forma de V delante que integra los intermitentes. El asiento es más espacioso y bajo, lo que permite llegar mejor al suelo a los conductores de talla media, y resulta a la vez más cómodo y mullido. Otro aspecto mejorado es la capacidad de carga, porque tiene un hueco más amplio bajo el asiento, una guantera central más grande y otra nueva suplementaria situada encima del panel derecho, muy útil para llevar pequeños objetos (llaves, mando del garaje, etcétera).

El cuadro de instrumentos también se ha rediseñado e incorpora una pantalla digital para el reloj horario con un indicador parcial que indica los kilómetros que se pueden recorrer tras entrar la reserva.

POTENTE Y ECOLÓGICO Aprovechando la base del propulsor anterior, un monocilíndrico refrigerado por agua con cuatro válvulas, Suzuki ha instalado un nuevo sistema de inyección electrónica con sensor de presión de admisión, sonda y catalizador, que permite cumplir con holgura la restrictiva norma de emisiones EURO 3. Rinde 12 CV a 9.000 revoluciones e incluye un cambio de variador automático con embrague centrífugo y una correa trapezoidal en la transmisión.El bastidor se basa igualmente en el del modelo anterior, pero incluye los refuerzos necesarios para soportar el aumento de potencia y prestaciones. Tiene también suspensiones más robustas y con mayor recorrido útil, que ofrecen un funcionamiento más suave y seguro. Y los frenos han ganado en tamaño y efectividad, pero sobre todo incluyen un sistema de funcionamiento combinado entre los dos ejes que mejora la seguridad: la pinza delantera lleva tres pistones, y el del centro actúa cuando se acciona el freno trasero, ofreciendo un magnífico equilibrio y una respuesta más eficaz.