La Xunta reclama al Gobierno más guardias civiles en las carreteras

El bipartito se confiesa preocupado por la escalada de muertes en las carreteras gallegas, aunque no ha decidido ninguna medida de urgencia. El presidente, Emilio Pérez Touriño, y la conselleira de Política Territorial, María José Caride, se reunieron ayer con el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, para reclamarle al Ejecutivo central que refuerce la plantilla de guardias civiles de tráfico pasando de los 822 agentes actuales a 1.050 antes del final de 2008.

"Yo me limito a hacerla [la demanda de la Xunta] patente ante el Gobierno de la Nación", declaró Ameijeiras sobre la reclamación del bipartito que, pese a todo, considera "alcanzable y conseguible". La conselleira cree que para reducir los accidentes de tráfico es preciso "incrementar los controles" y aumentar el número de "vehículos camuflados que detecten comportamientos negligentes y temerarios".

Caride echa mano de los datos para justificar su demanda de efectivos policiales. De los 16 accidentes mortales en lo que va de agosto, tres fueron provocados por coches pilotados por personas borrachas y buena parte del resto por imprudencias del conductor. Sólo durante el pasado martes y miércoles se localizaron 93 automovilistas que habían bebido más alcohol del permitido y de ellos cerca del 20% fueron puestos a disposición judicial por registrar tasas muy elevadas.

La conselleira cita también otras causas de los accidentes y explica que la colisión en Silleda entre un turismo y camión que le costó la vida a cuatro miembros de una misma familia fue culpa de "la mala suerte". "Estamos sufriendo accidentes que nos ponen la piel de gallina", apunta Ameijeiras.

La Xunta no prevé medidas especiales para atajar el repunte de siniestros en agosto. Aún así, la conselleira se muestra convencida de que la cifra final de accidentes para este año será inferior que la de 2006. Caride confía en actuaciones que ya estaban previstas para este otoño, como la incorporación de 50 guardias civiles a las vías gallegas y el reparto de miles de chalecos y brazaletes reflectantes entre los peatones que caminan por carreteras.

Este año empezará a funcionar en Galicia un laboratorio de meteorología que mejorará la eficacia de los radares y etilómetros que usan las fuerzas de seguridad en la carretera. En este servicio, el único de España con el de Madrid, se homologarán estos aparatos para que "estén el mayor tiempo posible operativos".

El secretario general del PP en Galicia, Alfonso Rueda, asegura que "ya no valen fotos" ni "reuniones" y que las medidas para frenar la siniestralidad en el tráfico "no pueden esperar a septiembre". "Si se tienen ideas que se pongan en marcha, quedan 15 días de agosto", subrayó Rueda. Los populares creen que el plan de seguridad vial de Política Territorial es "un rotundo fracaso" y que el "colapso de las infraestructuras de alta capacidad y la lentitud de las obras está influyendo en que no se reduzca la tasa de accidentes".

Caride reconoció que las muertes se han incrementado sobre todo entre los peatones y motoristas. En lo que va de año han fallecido 36 viandantes y 27 conductores de moto, mientras que en el mismo periodo de 2006 fueron, respectivamente, 17 y 21.

En las últimas horas han muerto dos motoristas y un peatón. V. P. V., de 29 años se salió de la vía en la A-6 a la altura de Begonte y chocó contra una barrera metálica. Miguel A. G. G., de 26 años, murió en Ourense después de que su vehículo chocase contra un coche que pretendía acceder a un garaje. En Cospeito (Lugo), una mujer murió atropellada el jueves por la noche cuando caminaba por una carretera.