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Reportaje:Semana Grande

¿Un personaje para la semana?

San Sebastián carece de un símbolo de sus fiestas como ocurre en las otras dos capitales

Celedón descansa ya desde hace unos días en Vitoria del ajetreo de las fiestas de La Blanca, mientras Marijaia aguarda impaciente que llegue el sábado para iniciar la Aste Nagusia bilbaína. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero ¿estaría bien que San Sebastián también tuviera un símbolo, un personaje que representara y animara su Semana Grande?

El alcalde, Odón Elorza, no ve la necesidad. "No hemos querido crear un personaje artificial, porque donde los donostiarras ponemos todo nuestro sentimiento y participación en la calle es en la Tamborrada", comenta. Y añade: "Tenemos muchas fiestas que no tienen otros: Santo Tomás, Caldereros, las regatas... Allí donde no tienen estos eventos, concentran toda su imaginación y esfuerzo económico en las fiestas de verano. Son casos diferentes, ni mejores ni peores".

Desde la oposición habla la concejal del PNV Mertxe Garmendia, quien tampoco considera preciso inventar un símbolo festivo. "El cañonazo está bien y le gusta a la gente. Sería forzar la situación", opina.

"No. Y mucho menos si la iniciativa viene de fuera o por imitación de lo que se hace en otros lugares", responde el cronista donostiarra Javier Sada. Y, claro, esto de los personajes simbólicos termina derivando, una vez más, en comparar la animación de la Semana Grande donostiarra con la de las capitales vecinas.

"Cada ciudad tiene su idiosincrasia y cada persona su forma de entender la diversión. Hay quien para divertirse necesita estar borracho y rebozado de harina y champán. Y hay quien se divierte comiendo un helado y viendo los fuegos artificiales. San Sebastián, hoy por hoy, ha optado por el helado y los fuegos artificiales. Si otro día opta por otra cosa, adelante", dice del tirón Sada.

Y es que está convencido de que "la Semana Grande es la que la ciudad quiere". Sabe que el programa lo diseñan unos pocos, pero argumenta que "está respaldado por la gran mayoría, porque si no te gusta una cosa, no vas". Eso sí, a él le gusta presentar la Semana Grande como "una sucesión de actos festivos" y no como "fiestas". Para que nadie se llame a engaño.

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Pero hay quien se resiste y reivindica una fiesta más popular y participativa. Es el caso de un grupo de veinteañeros ligados a la revista 943 y la firma de diseño Prudey. Lo del personaje no se lo han planteado, pero sí quieren un chupinazo al estilo pamplonés, con champán y pañuelo azul. El domingo lo intentaron por segundo año. Se juntaron una treintena de personas y no faltó quien les echó la bronca. "La gente es bastante pija y sale a dejarse ver", comenta Iker Bergara. Cuando se le recuerda que la gente es mucho más animada y participativa en la fiesta de San Sebastián, no lo duda. "Es por el sentimiento. Pues eso es lo que hay que cambiar en Semana Grande".

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