Blanco augura que los socialistas gallegos "darán la puntilla" a Rajoy

El secretario de Organización del PSOE, el lucense José Blanco, echó mano ayer en Muxía del avance conseguido en los recientes comicios municipales en las ciudades y villas de Galicia para augurar el fracaso del PP de Mariano Rajoy en las generales de marzo de 2008. "Los socialistas ganarán al PP también en Galicia y darán la puntilla a Rajoy", un dirigente por el que "nadie da un duro" ni en sus filas, aseguró.

Muxía, la llamada zona cero de la catástrofe del Prestige que el PP había convertido en todo un símbolo de su fuerza electoral en Galicia, es ahora icono del cambio para el PSdeG tras lograr en mayo pasado ser, por primera vez, la fuerza más votada y desbancar a los populares de la alcaldía. Por ello, la tradicional churrascada al aire libre que los socialistas de esta localidad de A Costa Morte celebran cada agosto se convirtió ayer en escenario idóneo para los optimistas pronósticos electorales del número dos del PSOE, que fundamentó en el "agotamiento" del proyecto de los populares así como en su estrategia de "buscar siempre la confrontación y la división, creando problemas en vez de resolverlos".

Galicia ya no es feudo del PP, subrayó Blanco, "cayeron torres" en las últimas elecciones locales como Francisco Cacharro, ex presidente de la Diputación lucense. Cree que el PP "ya no gobierna en Vigo, Ferrol, Lugo o Muxía" porque "su arrogancia provoca hartazgo" que se refleja en los votos en las urnas. "Los partidos los renuevan los ciudadanos en cada elección y ya verán como en marzo de 2008 el PP quedará en el chasis y tendrá que renovarse", vaticinó el dirigente socialista.

Y en ese proceso incluyó también al líder de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo. "Se está desmarcando de su padrino, Mariano Rajoy, y conspira para que no encabece la candidatura por Madrid porque todos saben en el PP que con él, pierden", arguyó José Blanco al citar los continuos rumores sobre las ambiciones políticas de dirigentes madrileños como Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz Gallardón o el regreso de Rodrigo Rato.

"Rajoy siempre me llama Pepiño, pero yo no le voy a llamar Marianico, el Breve, aunque parece que todos le están buscando sitio porque saben que con él no van a ninguna parte", espetó Blanco para el regocijo de los 400 militantes y simpatizantes del PSOE de Muxía que asistieron ayer, tras una copiosa comida campestre, al mitin socialista celebrado en Ponte Constante.

Fue el primer acto político desde la toma de posesión como alcalde de Félix Porto, quien, tras las elecciones, gobierna esta localidad en coalición con los nacionalistas. Y tanto el regidor como el secretario de Organización del PSOE insistieron en sus discursos en prometer que el Gobierno de Rodríguez Zapatero y el que encabeza Emilio Pérez Touriño en la Xunta se volcarán con esta localidad y cumplirán con las promesas de inversiones que el Gobierno de Aznar había anunciado en compensación por el Prestige.

Los Presupuestos del Estado para 2008, que se aprobarán en diciembre, "volverán a ser los mejores de la historia para Galicia en inversiones públicas", prometió José Blanco en esta localidad de A Costa da Morte. E incluirán el tan esperado Parador Nacional -"sin campo de golf, ni tampoco golfos", dijo- que Muxía sigue esperando.