El motín de Drenthe acaba en el Bernabéu
El Madrid ficha al zurdo del Feyenoord, que presionó a su club negándose a jugar y llevándolo ante los tribunales deportivos holandeses
"¡Es muy bueno!", dijo Mario Kempes, que ayer visitó el Bernabéu mientras Pedja Mijatovic culminaba las negociaciones para fichar a Royston Drenthe.
El ex goleador del Valencia definió a Drenthe en pocas palabras: "Se parece a Roberto Carlos. Es un win [extremo]; le pega bien con las dos piernas y tiene un descaro increíble".
Por su repertorio de regates, da la impresión de que colecciona vídeos de Ronaldinho
A los 20 años la historia de un jugador suele ser una página medio vacía. Es posible especular sobre la calidad de Drenthe. Una cosa es incontestable: el nuevo fichaje del Madrid es un chico atrevido. Con el balón y sin él. Su traspaso viene precedido por un acto de rebeldía inusual. Un enredo jurídico y un estruendo mediático propio de grandes operaciones. Este no es el caso. Drenthe es casi un desconocido. Pero en esta semana demostró que es la clase de hombres que tienen poco que perder.
Enterado de que el Madrid le quería contratar, el lunes pasado Drenthe llevó a su club, el Feyenoord, a la justicia deportiva holandesa para forzar una negociación. El Feyenoord no le quería vender. Debió hacerlo porque el futbolista se negó a jugar y presentó una demanda ante la federación holandesa. El organismo que rige el fútbol en ese país no debe parecerse al español. El amparo que recibió Drenthe fue inmediato. Cuatro días después el Feyenoord aceptó la oferta del Madrid.
El Madrid acordó el traspaso ayer, por un valor cercano a los 14 millones de euros. El club anunció el fichaje en su página en Internet. Drenthe pasará la revisión médica en los próximos días antes de firmar por cinco temporadas.
Drenthe es un zurdo que destacó en la selección holandesa durante el último Europeo sub 21. Allí se popularizó como extremo. Lo hizo con libertad de movimientos. Partiendo de la izquierda, buscando a sus marcadores con el balón pegado al pie, junto a la raya, y centrando con las dos piernas. En ocasiones se cambió de banda para sorprender. Su sentido del espectáculo es evidente. Propio de los jugadores que se aquerencian contra las gradas.
Por su repertorio de regates da la impresión de que Drenthe colecciona vídeos de Ronaldinho. Le ayudan las trencitas y una gran potencia física. Es joven y atrevido. Nació en Rotterdam en 1987 y en dos temporadas se convirtió en una de las figuras del Feyenoord. Disputó 29 partidos de Liga pero no hizo ningún gol. En su club no le utilizan como extremo sino como lateral. En principio, esa es la función para la que le quiere el Madrid.
Las bajas de Beckham, Roberto Carlos y Reyes despojaron al Madrid de jugadores de banda. La carencia se acentuaba en la defensa. Apenas quedaban marcadores zurdos en la plantilla. Sólo Marcelo, el lateral brasileño, es un defensa zurdo natural. La dirección de fútbol, presidida por Mijatovic, se había propuesto contratar a un jugador de estas características. Encontró a Drenthe. Con la ventaja de que se trata de un futbolista polivalente. Lo mismo ha jugado como lateral que como extremo. Un factor importante para un equipo tan necesitado de zurdos como de hombres capaces de dar espesor al centro del campo.
El fichaje de Drenthe -que todavía no ha firmado su contrato- sirve a Mijatovic para liberarse de presiones. El director de fútbol continúa negociando con el Chelsea para contratar a Robben, otro extremo zurdo. A partir de ahora, lo hará sin tanta prisa.
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