Los Montoya abren Sabatini

Decir Montoya es decir arte, tradición, leyenda, carácter. No hay una rama única de los Montoya, sino varias. No hay más que abrir el diccionario de José Blas Vega para encontrarles repartidos por todo el territorio español y frecuentemente en el extranjero, desde principios del siglo XX, generando figuras del cante y de la música flamenca de alta calidad. Angelita, Andina y Carmelita Montoya fueron las encargadas de abrir anoche el ciclo de flamenco de los Veranos de la Villa con un concierto "en clave de mujer".

Le siguen hoy Manuel Molina, La Negra y Esperanza Fernández; mañana, un padre y un hijo: José Domínguez, El Cabrero, y Emiliano Domínguez, Zapata. El 10 de agosto le toca en solitario a José Mercé, el 11 a Carmen Linares y el 12 a Fuensanta La Moneta.

La segunda semana de este verdadero festival en los jardines de Sabatini contará con el Ballet Flamenco de Javier Barón, Fernando Terremoto, Elu de Jerez y Fernando Moreno, Carmen Cortés, Marina Heredia, José Menese y Rafaela Carrasco.

Manuel Molina, La Negra y Esperanza Fernández harán hoy Triana mía, un homenaje a las calles y las gentes de un entorno tradicional unido fuertemente al flamenco más auténtico. La guitarra de Molina acompañará los cantes autóctonos del Guadalquivir en las muy interiorizadas versiones de La Negra, mientras que Esperanza Fernández dará su baile singular y siempre concéntrico.

La presencia de padre e hijo es singular y entrañable: los Domínguez se entregan a una miscelánea del cante jondo en un concierto bajo el lema Más que palabras, un trabajo detallista de uniones entre verso y música.

José Mercé es uno de los pilares del flamenco de hoy. Alrededor de su último trabajo discográfico, Lo que no se da, el concierto de Mercé es un guiño a los placeres de un estilo maduro y cristalizado.

Mucho puede decirse por fin de Carmen Linares, esa dama del cante, que ahora recupera uno de sus espectáculos más aplaudidos por crítica y público: Un ramito de locura. La versatilidad, la poesía de su garganta, los matices que exploran las mil y una posibilidades del flamenco, en una ocasión excepcional para volver a quedar extasiados por la voz de la mujer flamenca más hermosa de nuestra época. La bailaora granadina Fuensanta La Moneta lleva a los jardines de Sabatini Lo que trae el aire, un ciclo de bailes que denotan trabajo en profundidad y entrega de esta joven intérprete, que, siguiendo la tradición, se la reconoce como un valor firme.

En la segunda semana destacan las bailaoras Carmen Cortés y Rafaela Carrasco, tan distintas entre sí, pero ambas de fuerte personalidad y presencia escénica dominante.

Ciclo flamenco de los Veranos de la Villa. Jardines de Sabatini. Hasta el 19 de agosto. Más información en www.esmadrid.com /veranosdelavilla y en el teléfono 010.