El ADN confirma que la etarra Lola vigiló a Aldaya y Delclaux en su secuestro

La etarra Dolores López Resina, Lola, participó en los secuestros de José María Aldaya y Cosme Delclaux. El rastro genético de esta terrorista estaba en una capucha negra hallada en el zulo de Irún donde estuvieron los dos industriales. Ahora ha sido posible el cotejo de su ADN con el del embozo al serle tomadas muestras biológicas tras ser entregada por Francia a España el 10 de julio.

López Resina, de 56 años y originaria de Almería, ya estaba considerada una de las participantes en ambos secuestros, pero no había pruebas directas que la incriminaran de forma tan directa. Su historial policial dice que, tras formar parte del comando Barcelona hasta 1994, se integró en un comando especializado en secuestros. Este grupo, liderado por Gregorio Vicario Setién, compró y acondicionó la nave de Irún para ambos secuestros.

La nave fue inspeccionada el 9 de enero de 2001 y en ella fue localizado el zulo en el que estuvieron cautivos en condiciones miserables los dos industriales. Los agentes recogieron una capucha de lana negra de la que pudieron obtener un perfil genético que quedó almacenado en la base de datos de ADN.

La terrorista, detenida en Dax en septiembre de 2001, fue entregada el pasado 10 de julio. A su llegada al Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional se procedió a tomarle muestras biológicas que fueron cotejadas por la Unidad Central de Análisis Científicos de la Comisaría General de Policía Científica. La coincidencia entre el ADN de la capucha y el de las muestras es pleno.

El Parlamento está tramitando en la actualidad una reforma legal en materia de ADN para unificar todos los ficheros de perfiles genéticos de las diferentes fuerzas y cuerpos de seguridad. Éstas calculan que, tras la entrada en vigor de esta reforma, "se podrán esclarecer a medio plazo más de 5.000 crímenes que en estos momentos permanecen sin resolver".