Concentración en recuerdo del atentado de ETA que causó dos muertos en Santa Pola en 2002
Entre 300 y 400 personas acudieron ayer en la plaza de la Diputación de Santa Pola a la llamada de la familia de Silvia Martínez, la niña de seis años asesinada por ETA el 4 de agosto de 2002, en un acto que sirvió de recuerdo a las víctimas del atentado del que ayer se cumplieron cinco años. El 4 de agosto de 2002 la explosión de un coche bomba cargado con 50 kilos de explosivos colocados por ETA junto a la Casa Cuartel de la Guardia Civil en Santa Pola segó la vida de la pequeña Silvia y de Cecilio Gallego, de 57 años, mientras que 34 personas resultaron heridas. La concentración se convirtió en un acto emotivo y tranquilo, "muy respetuoso con los padres", explicó Daniel Carrillo, concejal del Ayuntamiento de Santa Pola.
Vecinos de la localidad, familiares de las víctimas, turistas y una amplia representación de concejales del Ayuntamiento de Santa Pola se sumaron a un acto en el que alrededor de 2.000 velas dibujaron la bandera española. En la concentración también se dejaron ver pancartas. Una, de Nuevas Generaciones del Partido Popular rezaba: Cinco años sin Silvia. Silvia somos todos. Otra recordaba también a la pequeña: Silvia vive entre nosotros.En memoria a las víctimas del terrorismo. El público aportó ramos de flores, coronas y algún peluche.
La convocatoria fue a iniciativa de la familia de la niña asesinada. Toñi Santiago, madre de la pequeña, agradeció la respuesta ciudadana. "El 4 de agosto de 2002 todo el pueblo de Santa Pola salió a la calle para apoyarnos y hoy [por ayer], 4 de agosto de 2007, siguen apoyándonos" dijo emocionada.
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