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Crónica:DEPARTAMENTO DE INTERÉS URBANO
Crónica
Texto informativo con interpretación

Arrasa la Maripepa

Parece la feria de Sevilla, pero está enfrente de donde El Corte Inglés de Preciados pone Cortylandia. Una marea de volantes y lunares multicolor ocupa la planta baja de la sucursal para niños de la tienda Maty en Maestro de la Victoria. Más de 300 trajes, a partir de unos 108 euros para bebés de un año. Volantes y más volantes pero ni rastro del "percal planchao, con tira bordá y manga farol". ¿Trajes de chulapa, por favor, que ya llega la Paloma? "En la planta de arriba con los disfraces", explica una dependienta, dando al traste con la común reivindicación de las asociaciones castizas sobre el traje "regional" de Madrid. La base dice que cuando te pones el traje te vistes, no te disfrazas.

El de flamenca juega en primera división. Tiene un Salón Internacional de Moda, una treintena de desfiles y constantes innovaciones de temporada en temporada: cambia el número de volantes, la silueta, y ahora se lleva la aplicación de cristales Swaroski. ¿No hay tendencias en el universo chulapa? En la planta de disfraces Conchi explica que el asunto cambia en función "de los lazos y las puntillas que le pongas", pero añade que el hit infantil del año ha sido el disfraz de pirata.

En el taller de Maty de la calle de las Hileras donde trabajan 15 personas, Olga aclara que "no existe la misma evolución que en el traje flamenco" aún así el madrileñismo típico no es del todo ajeno a las modas. Este año ha arrasado "el dos piezas" también conocido como Maripepa. "Ya lo tenemos agotado", asegura. Este modelo, algo más versátil, se compone de una falda, tradicionalmente negra y una blusa con tirillas. Las variaciones consisten en los godeses y adornos del volante. Otra opción multiposición son los manguitos que permiten alterar el largo de las mangas de trajes o blusas en función de las temperaturas. El traje, que fue el propio de niñeras, costureras y criadas muy dadas al coqueteo pícaro, sale por unos 350 euros.

Manuela Martínez, del taller de Casa Menkes, es una experta en la materia: "El traje entero es más apropiado para mujeres altas y delgadas, y el de Maripepa lo es para las más gorditas". Cuenta que las flores pequeñitas han entrado con fuerza como estampado de las telas, normalmente, algodón o crespón. La propuesta de la presidenta Esperanza Aguirre, que inventó este año a la chulapa pepera de campaña en la pradera vestida de naranja y azul, los colores de su partido, no ha cuajado entre las clientas. El lunarcito blanco sobre fondo liso negro sigue siendo el más clásico y el más pedido, y entre lo más original, las rayas.

Hay algunas prohibiciones que conviene tener en cuenta: "La chulapa nunca, nunca, va con tirante", dice Manuela, tajante. "Los lunares son pequeñitos, jamás grandes". Antes muerta que aflamencada. Aunque Manuela defiende que la base del traje de chulapa es la misma que la del de flamenca: "Ajustado hasta la rodilla, pero luego lleva un solo volante. Y el escote debe ser a la caja con pico en el centro". El sabor chulesco está en las mangas, que pueden ser "tipo jamón", esto es con la forma de la pata del cerdo, o "de farol" con puño largo. De complemento se lleva mantón de Manila negro y pañuelo blanco a la cabeza con dos flores, "lo más típico una roja y una blanca", sentencia Manuela. Inés y Pilar sus compañeras tras el mostrador asienten y recuerdan escandalizadas una escalofriante escena: "El año pasado en la Paloma vimos a chicas vestidas de flamencas bailando sevillanas. ¿Pero qué es esto? ¿Dónde está el organillo?".

Carmen Puentes vocal de la Agrupación Los Castizos Madrileños y Amigos, nunca pierde el instrumento de vista. En su armario cuelgan ocho modelos chulapos que ella misma se ha cosido "a ojo de buen cubero". Dice que tarda entre 15 y 20 días en confeccionar uno y que el principal escollo es "la simetría del círculo del volante". Aunque presume de coqueta y a diario se arregla confiesa que nunca le piropean tanto como cuando se calza el modelazo de chulapa: "Es que favorece muchísimo; aunque para mí el de valenciana es el non plus ultra, por la parafernalia".

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