El séptimo español

Juan Carlos Navarro será el séptimo español en jugar en la NBA. El escolta catalán se une así a la nómina de jugadores nacionales que han conseguido dar el salto a la mejor Liga de baloncesto del mundo.

Si Fernando Martín fue el pionero, con su traspaso del Real Madrid a los Portland Trail Blazers en la temporada 1986-87, 20 años después Pau Gasol encarna la confirmación de que ese juego rápido, físico y espectacular, ya no es tan inaccesible como antaño. A ellos y a los nombres de José Manuel Calderón, Jorge Garbajosa (ambos en Toronto Raptors), Sergio Rodríguez (Portland Trail Blazers) y Raúl López, que disputó dos temporadas con Utah Jazz (2003-05), se les une ahora la figura de Navarro, que recala en el mismo equipo de Gasol.

Los números de Fernando Martín en la NBA, muy discretos, no reflejan el impacto que supuso la entrada del pívot madrileño a un mundo hasta entonces inexplorado por los jugadores españoles. Su aventura se saldó con tan sólo 24 partidos jugados, en los que anotó un total de 22 puntos y 28 rebotes, en los 146 minutos que disputó. Sufrió lesiones que le tuvieron cerca de dos meses apartado de las canchas, una fractura de nariz y una artroscopia. Números y avatares muy alejados de los de Pau Gasol, sin duda el español que ha alcanzado mayor éxito en la Liga estadounidense.

Gasol es, de entre el grupo de los siete elegidos, el jugador que más partidos ha jugado, el que más puntos ha metido y cuyo reconocimiento es mayor, hasta el punto de que en 2006 alcanzó uno de los mayores logros con que puede soñar un jugador de baloncesto: ser miembro de un equipo All Star.

Desde entonces, Gasol es la referencia de los Grizzlies -el jugador-franquicia, como se les suele denominar en la NBA-, de un equipo que la temporada pasado firmó el peor récord de la competición: 22 victorias por 60 derrotas. Con la contratación de Navarro, Gasol recibe no sólo a un compañero, también a un amigo. Juntos lograron el Mundial júnior de 1999, juntos jugaron en el Barça y juntos celebraron el oro en el pasado Mundial de Japón. Ahora sus caminos vuelven a cruzarse.