El BCE enfría la Bolsa

Los mercados de valores continúan inmersos en una fase de turbulencias fruto de la volatilidad impuesta por la actividad a corto plazo. Los beneficios se generan y retiran sobre la marcha, haciendo de cada sesión una simple acumulación de altibajos sin una dirección concreta y, a veces, sin demasiada relación con los datos y noticias del día.

El Ibex 35, que llegó a subir el 1,10%, hasta los 14.756,00 puntos, terminó con un avance de sólo el 0,57% y en 14.678,60 puntos. El conjunto de los mercados de valores europeos registró una situación parecida, con avances iniciales y un sensible enfriamiento a partir del mensaje del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, tras mantener los tipos de interés. Trichet volvió a pedir fuerte vigilancia para la inflación al reiterar que existen riesgos para la estabilidad de los precios a medio plazo, aunque en julio la tasa de inflación de la eurozona ha bajado hasta el 1,8%. Ese mensaje se interpretó, una vez más, como un aviso de una posible subida de los tipos de interés en la próxima reunión del comité monetario del BCE, al ir acompañada de referencias a los ritmos de aumento de la masa monetaria y del crecimiento económico.

El progresivo enfriamiento del ánimo comprador en los mercados europeos coincidió con un ligero retroceso de los precios en el mercado de deuda, lo que hizo subir la rentabilidad de los bonos a 10 años. El bono español alcanzaba el 4,47% de rentabilidad, mientras que el bund alemán subía hasta el 4,37%.

La débil apertura de la Bolsa de Nueva York, lastrada por un dato de pedidos a fábrica inferior al previsto, contribuyó a que el cierre de los mercados europeos resultara un tanto desdibujado, aunque con subidas.

La menor actividad compradora se tradujo en un descenso de la contratación en el "mercado abierto" hasta los 4.082,02 millones de euros.