Dennis arremete contra Ferrari
El patrón de McLaren tildó de tramposa a la escudería italiana y prohibió que Alonso y Hamilton hicieran declaraciones en Hungaroring
La paciencia se le ha agotado a Ron Dennis. El patrón de McLaren Mercedes ha encajado realmente mal el acuerdo de Max Mosley, el presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), de mandar al Tribunal de Apelación el caso del espionaje a Ferrari. Cuando estaba todavía reponiéndose del mal trago soportado menos de una semana antes, al ser su equipo juzgado por el Consejo Mundial en París, no ve las razones para tal decisión. El pasado jueves, McLaren fue declarada culpable de poseer documentos confidenciales de Ferrari entre marzo y julio, pero no fue sancionada porque nadie pudo demostrar que los hubiera utilizado. Aun así, las quejas y las presiones de Ferrari mediante una carta del presidente de la federación italiana, Luigi Macaluso, obligaron en cierta forma a Mosley, su destinatario, a juzgar de nuevo a McLaren.
Dennis no lo ha entendido. Y el miércoles por la noche mandó un escrito a Macaluso, del que envió copias a Mosley y a Jean Todt, director de Ferrari. Y no sólo eso. Ayer, en Hungaroring, ordenó silencio a todo su equipo. Nadie de McLaren podía hablar en público. Ni Lewis Hamilton, que debía realizar una entrevista con varios periodistas, ni siquiera Fernando Alonso, que había sido convocado a la conferencia de prensa oficial de la FIA. "McLaren nos ha pedido que disculpáramos a Alonso porque no quiere que nadie de la escudería responda cuestiones sobre el asunto del espionaje", informó un portavoz de la federación; "comprendemos la situación". No habrá, pues, sanción. McLaren aseguró que la medida no se extendería a todo el fin de semana.
La amargura de Dennis, sin embargo, quedó plasmada en sus cinco folios a Macaluso que ayer se difundieron. No es una denuncia formal a la FIA, pero contiene elementos dignos de ser investigados. Tanto contra Ferrari, a la que acusa subliminalmente de ser una tramposa, como contra Nigel Stepney, al que delata como el espía, y contra sí mismo porque reconoce que todo su equipo conocía la información que el empleado de Ferrari pasó a Mike Coughlan, jefe de diseño de McLaren, en marzo y que le permitió saber que los coches de Kimi Raikkonen y Felipe Massa tenían elementos ilegales: el fondo plano flexible y el separador del alerón trasero.
"Lo más grave", afirma Dennis en su escrito, "es que hay razones para suponer que, si Stepney no hubiera alertado a McLaren y nosotros a la FIA, Ferrari habría seguido compitiendo con un bólido ilegal". Este argumento le sirve también para justificar el chivatazo de Stepney porque ninguna escudería puede pretender que su gente "se quede callada si es obligada a cometer una irregularidad". Para Dennis, Stepney actuó de forma "limpia y en interés del deporte". Y McLaren se limitó a hacer una pregunta a los comisarios técnicos de la FIA para saber si esos dos elementos eran legales. Sólo cuando la FIA dictaminó su ilegalidad, Ferrari rectificó. Pero Raikkonen ya había ganado la primera carrera, la de Australia. Y McLaren, "para salvaguardar los intereses del deporte", no denunció entonces que Ferrari "había ganado con un coche ilegal".
No obstante, Dennis separa por completo este hecho de los demás. Y se desmarca, junto a su equipo, de la información posterior que fue recibiendo Coughlan de Stepney hasta que fue descubierto el informe de 380 páginas con datos confidenciales de Ferrari en poder del ingeniero de McLaren. "Sin ninguna evidencia, Ferrari afirmó que, además de Coughlan, otros miembros del equipo conocían el dossier. Y eso es absolutamente falso", sostiene Dennis; "además, en la reunión del Consejo Mundial tuvo ocasión de expresarse y no lo hizo". Y concluye: "Tenemos un fantástico Mundial y sería una tragedia que fuera destruido por culpa de un empleado de McLaren y otro de Ferrari que actuaron por su cuenta. El campeonato debe ganarse en la pista, no en los diarios ni en los juzgados".
Ayer se conoció la composición del Tribunal de Apelación que el 13 de septiembre juzgará a McLaren: Xavier Conesa (España), Philipe Roberti (Bélgica), Philipe Narmino (Mónaco), José Mancedo (Portugal) y John Cassidi (Estados Unidos). A diferencia de los miembros del Consejo Mundial, gente del deporte, son juristas.
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