La taquilla española arde en verano

Dos mujeres derrumbadas. Trece chicas fusiladas tras la Guerra Civil. Tres detectives privadas. Un enamorado que pasea por Estrasburgo. Unos buscadores de tesoros. Un árbitro de fútbol entre la espada y la pared. Un enfermo de Alzheimer al que se le desdibuja su pasado. Y un grupo de suicidas en terapia psicológica en la Seguridad Social. El cine español afronta el final del verano y el inicio del otoño con mejor cara que la que tiene estos días. Y con historias variadas al gusto de todos (al menos, eso espera la industria). Por estricto orden cronológico, y el mismo día que Caótica Ana, el 24 de agosto, llega El club de los suicidas. El madrileño Roberto Santiago, su director y coguionista, sacó partido a la comedia coral en El penalti más largo del mundo, y repite género y actor principal (Fernando Tejero) en esta amarga disección en la que un puñado de enfermos que participan en una desastrosa terapia en grupo deciden matarse unos a otros ante su cobardía para encarar el suicidio. Eso sí, todo se hará de manera civilizada. El título del filme se refiere a la guía que ilumina a estos suicidas, El club de los suicidas, la novela de Robert Louis Stevenson que además inspira parte de la trama.

Martínez-Lázaro ha reconstruido la historia de 'Las trece rosas', las jóvenes ajusticiadas durante el franquismo

Manuel Alexandre y José Luis López Vázquez son los principales intérpretes de la última película de Antonio Mercero

Una semana después aterriza La carta esférica, la adaptación de la novela de Arturo Pérez-Reverte que ha realizado Imanol Uribe. Pérez-Reverte, enamorado del mar y de la vida marinera, rindió homenaje a esa pasión en una novela atravesada por buscadores de tesoros del siglo XVII, solitarios lobos de mar y paisajes cercanos a su corazón como las costas de Cádiz o el Museo Naval de Madrid. Para protagonizar el filme, Uribe ha recurrido a Carmelo Gómez, y para encarnar a Tánger Soto, una bella y enigmática historiadora, a Aitana Sánchez-Gijón.

Tras su participación en el festival de Venecia, el 14 de septiembre llegará a las pantallas En la ciudad de Sylvia, la poética visión de José Luis Guerín del enamoramiento, de la belleza femenina y de la ciudad de Estrasburgo. Melancolías y silencios, los compañeros de viaje cinematográfico habituales de Guerín, para un filme en el que, a través de un paseo por la localidad francesa, el director desmenuza el ideal de mujer, una imagen que durante parte del metraje representa Pilar López de Ayala.

Pocos días después, el 20 de septiembre, arranca la 55ª edición del Festival de cine de San Sebastián, y a su vera aterriza el verdadero aluvión de películas españolas. Al día siguiente se estrenarán dos filmes que sin embargo no estarán allí: ¿Y tú quién eres? y Salir pitando. El primero nace de un dolor, el que sintió su director, Antonio Mercero, cuando vio cómo un amigo empezaba a sufrir la enfermedad de Alzheimer. El incombustible Manuel Alexandre interpreta a un anciano que acaba en una residencia durante un verano mientras su familia se va a la playa. Otro veterano de oro, José Luis López Vázquez, es su compañero de habitación, testigo de su deterioro progresivo. Para Salir pitando, a Álvaro Fernández Armero la inspiración no le llegó desde el sufrimiento, sino desde una frase mítica de la cultura cañí: "Rafa, no me jodas". Más aún, así se llama la web del nuevo filme de un director reverenciado por la taquilla y que ha contado con Guillermo Toledo como árbitro principal, y con Javier Gutiérrez (él será el popular Rafa) y Antonio de la Torre como jueces de línea, para protagonizar una comedia sobre la angustia de cumplir los 40, el fracaso matrimonial, el pánico de la presión social, y todo ello cuando eres un árbitro caserillo y te toca juzgar el partido decisivo de Liga de fútbol.

Una semana más tarde se estrenará una de las películas que sí habrán visto la luz en los aledaños de la playa de Zurriola, en el Kursaal. Mataharis devuelve a la dirección a Icíar Bollaín, que ha escondido, bajo ese nombre rimbombante, las miserias y las pequeñas alegrías de un trío de mujeres detectives que luchan por no perder la dignidad ni en su profesión ni en su vida privada. Najwa Nimri, Nuria González y María Vázquez encarnan a esas tres investigadoras de diferentes generaciones, que protagonizan otra atractiva crónica social de Bollaín.

El final de septiembre traerá Las 13 rosas, nombre que recibió el grupo de chicas ajusticiadas por el franquismo el 5 de agosto de 1939. Militantes de las Juventudes Socialistas Unificadas, siete de ellas menores de edad, inocentes todas, formaban parte de las 56 personas que fueron fusiladas en represalia por la muerte de un comandante de la Guardia Civil y su familia. Sobre las espaldas de Emilio Martínez Lázaro ha recaído la reconstrucción de estos hechos, empujado por la frase que escribió la noche antes de morir una de ellas, Julia Conesa: "Que mi nombre no se borre de la historia". Pilar López de Ayala, Bárbara Lennie, Fran Perea, Verónica Sánchez, Marta Etura y Teresa Hurtado encabezan un espectacular reparto.

Como espléndido epílogo a este desembarco, el 5 de octubre Gracia Querejeta estrena su quinto largometraje: Siete mesas (de billar francés). Maribel Verdú y Blanca Portillo acaban unidas por una muerte, la del padre de la primera y pareja sentimental de la segunda. Ambas, caracteres opuestos, levantarán de nuevo sus vidas alrededor de la decadente sala de billar que regentaba el fallecido. Por primera vez, Gracia forma parte de la producción de uno de sus filmes, labor que comparte con su padre, Elías Querejeta.

¿Y después? Después habrá más: Sitges, El orfanato con Belén Rueda, Gonzalo Suárez y su Oviedo Express...