El aniversario del PNV evidencia de nuevo las diferencias entre Imaz y Egibar
El líder del PNV pide unidad interna y Egibar anuncia un "desbordamiento democrático"
El PNV conmemoró ayer el 112 aniversario de su fundación con dos actos, uno protagonizado pro su presidente, Josu Jon Imaz, y el otro por el líder de la ejecutiva guipuzcoana, Joseba Egibar, en lo que ya se ha institucionalizado como una doble celebración. Los mensajes fueron también diferentes: mientras Imaz se centró en llamar a la unidad y el juego limpio internos ante el proceso congresual ya abierto, Egibar reclamó el derecho de autodeterminación, la "iniciativa popular" y el plan Ibarretxe y anunció para este otoño un "desbordamiento democrático".
El presidente del PNV, Josu Jon Imaz reconoció ayer indirectamente la división en el seno del PNV y llamó a preservar al partido de los perjuicios que podría causarle una nueva lucha por la cabeza de su ejecutiva.
Su apelación puede bien interpretarse como una llamada al sector que lidera Joseba Egibar para que no reabra el litigio vivido en 2003 ante el relevo de Xabier Arzalluz, encabezando ahora de nuevo una candidatura alternativa a la presidencia de la ejecutiva.
Egibar, que realizó su propio discurso en otro acto en Mutriku, al que se sumó el antiguo presidente del partido, Xabier Arzalluz, se mostró de acuerdo en la necesidad de unidad, pero dejó abiertas todas las incógnitas, al señalar: "Primero hay que trazar el camino y luego ver quién va de patrón".
El proyecto del partido no puede dañarse con personalismos, fue, sin embargo, el mensaje principal de Imaz, que apostó por posiciones integradoras.
Imaz pronunció de nuevo un discurso profundamente europeísta plagado de referencias, como es su costumbre, a momentos y líderes históricos del partido, en cuyo legado intenta siempre anclar su doctrina.
Imaz se apoyó también en anteriores manifiestos del partido, todos ellos de la época en que lo presidía Arzalluz, para respaldar las posiciones que defiende actualmente su mayoría. Así, echó mano de sendos textos de 1988 y de 1991 para defender que la nación se construye en el día a día y revalidó su conocida apuesta por el pacto, interno en Euskadi primero y con el Estado después.
Pero el mensaje más importante fue el que dio en clave interna, pensando en el proceso de renovación de la dirección que encara el partido de aquí a diciembre. Reclamó unidad y cohesión, y juego limpio, en un reconocimiento implícito de que todos esos principios pueden verse en riesgo en los próximos meses.
'Unidad y fuerza'
El presidente del PNV aprovechó la solemnidad del 112º aniversario de la fundación del partido para hacer ese llamamiento a la unidad interna, dos semanas después de colocar en primer plano las diferencias en el seno de la formación, al distanciarse en un artículo de las posiciones de Juan José Ibarretxe, de sus socios de EA y EB en el Gobierno y del sector Egibar dentro del propio PNV.
Imaz afirmó que la pretensión del lehendakari de celebrar una consulta popular en Euskadi en la actual legislatura puede alimentar las expectativas de ETA e ir en contra de la doctrina del partido, fijada en 2005.
En su intervención ante miembros del Euskadi Buru Batzar (EBB), cargos públicos y militantes reunidos en Sabin Etxea, apeló a la "unidad y la cohesión" tras recordar que los procesos internos de cambio en el PNV han generado división. Imaz recuperó el viejo lema de la asamblea del PNV celebrada en Pamplona en la primavera de 1977, Batasuna ta Indarra (unidad y fuerza), para aglutinar al partido.
Imaz quiso atajar la polarización en torno a los nombres que lideran las distintas sensibilidades internas de su partido. "Las personas no debemos ser un obstáculo", dijo. Condicionar la fortaleza interna "a la prevalencia de una u otra persona al timón de la nave" supondría "una deslealtad a los 112 años de historia del PNV".
Por su parte, el presidente de la ejecutiva guipuzcoana, Joseba Egibar, y cabeza visible del sector más soberanista y partidario de la acumulación de fuerzas nacionalista, reclamó al Estado que reconozca el derecho de autodeterminación y defendió el impulso de una "iniciativa popular".
Egibar eludió el término consulta, y precisó que esa "iniciativa" deberá basarse, en posiciones aprobadas en las instituciones. "Ya hay referencias en el pasado, un proyecto aprobado en el Parlamento en 2004, que hay que desarrollar", señaló, en alusión abierta el plan Ibarretxe. "Esas iniciativas se van a ver en los próximos tiempos en las instituciones", anunció, y el objetivo, según dijo, es provocar "un desbordamiento democrático".
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