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Reportaje:

Segundo juicio a McLaren

Max Mosley, el presidente de la FIA, lleva el caso de espionaje al Tribunal de Apelación para que Ferrari pueda ser escuchada

Max Mosley, el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), decidió ayer llevar el caso de espionaje de McLaren a Ferrari al Tribunal de Apelación para que decida si la sentencia que el pasado martes dictó el Consejo Mundial es correcta o debe ser modificada. La decisión de Mosley se produce como respuesta a una carta del presidente de la Federación Italiana, Luigi Macaluso, en la que éste sugiere que, si Ferrari hubiera podido ser escuchada en la vista, la sentencia habría sido distinta. A pesar de que Jean Todt, el director general de la escudería, estaba en la reunión de París, nadie de Ferrari pudo intervenir porque no eran imputados.

La sentencia determinó que McLaren era culpable de estar en posesión de documentos confidenciales de Ferrari -un dossier de 750 páginas con todo tipo de datos técnicos- desde el pasado marzo hasta julio, pero no impuso ninguna sanción al equipo británico porque los 26 miembros del Consejo Mundial no lograron probar que estos datos hubieran sido utilizados para mejorar sus coches o distorsionar el Mundial de fórmula 1.

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McLaren alegó siempre que sólo su jefe de diseño, Mike Coughlan, había visto esta información. La escudería británica, líder de los campeonatos de conductores y constructores, reaccionó con vehemencia: "Es una pérdida de tiempo. Apelación nos exonerará". Sin embargo, McLaren puede ser multada o incluso excluida del Mundial.

"Debo confesar que tenemos dificultades para justificar que un equipo que ha sido declarado culpable no haya sido sancionado", explica Macaluso en su carta a Mosley; "no vemos qué otras condiciones adicionales deberían haber sido demostradas para que fueran penalizados". Y, más adelante, prosigue: "Como creemos que Ferrari ha resultado directamente afectado por el comportamiento de McLaren, creemos apropiado que pudiera defender sus intereses en el Tribunal de Apelación".

La respuesta de Mosley fue inmediata y contundente. No olvidó el presidente de la FIA que Ferrari acababa de anunciar que estudiaba defender sus intereses en los tribunales ordinarios de Módena, lo que situaría el asunto en un ámbito mucho más peligroso que el estrictamente deportivo. Tenía prisa por dar a conocer que estaba dispuesto a dar un paso más. Y, en su respuesta a Macaluso, Mosley insiste en que el Consejo Mundial tuvo en cuenta algunos elementos controvertidos antes de emitir su veredicto. "Por ejemplo, la información sobre el suelo flexible de Ferrari fue la única que habían tenido en marzo; la traición de no informar a Ferrari de que tenían un espía cuando negociaron el acuerdo mútuo que firmaron en junio; la instalación del cortafuegos en McLaren para cerrar el flujo de información que recibían de Stepney; el acuerdo de que Coughlan viajara a Barcelona para decirle a Stepney que parase de pasar información; el hecho de que Coughlan estaba trabajando en McLaren cuando ya tenía toda la información", comenta Mosley.

Tras esta larga exposición, Mosley concluye que, dada la trascendencia social del asunto, mandará la documentación al Tribunal de Apelación, basándose en el artículo 23.1 de los estatutos de la FIA -le otorga este derecho-, con especial mención de que escuche tanto a Ferrari como a McLaren "y determine si la decisión del Consejo Mundial fue apropiada o, si no, la sustituya por otra sentencia que pueda ser más justa".

Ayer, Xavier Conesa, abogado barcelonés y miembro del Tribunal de Apelación de la FIA, no había recibido todavía ninguna información por parte de la federación internacional. "Mosley podía apelar, pero debía hacerlo en el plazo de los ocho días siguientes a la sentencia", explicó Conesa; "sin embargo, es difícil hablar de fechas para la reunión de Apelación. Hay que establecer las incompatibilidades entre los jueces y convocarlos. Puede tardarse al menos diez días".

El Tribunal de Apelación tiene 14 miembros, de los que sólo cuatro serán convocados para ver esta causa. Su sentencia se producirá probablemente antes de que Stepney y Coughlan sean interrogados por los abogados de la FIA.

"Sin embargo, si surgen nuevos datos, podrían abrirse incluso otras causas en el futuro", concluye Conesa.

De momento, Luca de Montezemolo, el presidente de Ferrari, y Todt cumplieron su palabra: "Esto todavía no ha acabado".

Los McLaren de Alonso y Hamilton (a la izquierda) y los Ferrari de Massa y Raikkonen.
Los McLaren de Alonso y Hamilton (a la izquierda) y los Ferrari de Massa y Raikkonen.EFE
Max Mosley recurre la absolución de McLaren por el caso de espionaje a Ferrari.Vídeo: ATLAS

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