_
_
_
_
Reportaje:Fútbol | El arranque del campeón de Liga

La revolución Schuster

El técnico alemán del Real Madrid ha cambiado por completo los hábitos y métodos de la concentración de pretemporada respecto a los de Capello

Bernd Schuster se presentó el domingo pasado en la salida J-11 del Aeropuerto de Barajas con el traje oficial del Madrid y unas enormes gafas de sol negras. Se paseaba por la T-4 como un turista cualquiera. A su lado, Van Nistelrooy, Guti, y Manolo Ruiz, el segundo entrenador. La plantilla, el cuerpo técnico y el staff médico se subieron al avión rumbo a Graz mezclados con la prensa. Fue la primera señal de que los tiempos en el Madrid habían cambiado. Fue la primera señal de que, definitivamente, el Madrid de Fabio Capello era tan sólo un recuerdo. El técnico italiano obligaba a sus jugadores y ayudantes a tomar asiento antes de que lo hicieran los medios de comunicación. Quedaba vetado cualquier tipo de acercamiento en las zonas del aeropuerto.

Más información
La libreta de Jordi
Higuaín: "Me da pena que se vaya Reyes, pero le deseo mucho éxito"

Irdning sigue siendo el cuartel general del Madrid: lo fue de Capello el verano pasado y ahora lo es de Schuster. Pero, en una sola semana el pequeño pueblo austriaco (unos 1.800 habitantes) ha sido testigo de la revolución schusteriana.

Cada uno con su manía. Fabio Capello era un fanático del arte contemporáneo. Ése era con diferencia su tema favorito de conversación. Nunca hablaba de fútbol fuera de Valdebebas y durante la pretemporada se desplazaba de un sitio a otro en bicicleta, escoltado por su segundo, Italo Galbiati. Schuster prefiere volver al hotel de concentración andando, incluso solo. El alemán es un adicto al sudoku, nunca viaja sin él. Dicen en su entorno que no está obsesionado con la prensa y que ojea rápido los periódicos para llegar a las últimas páginas, arrancarlas y entretenerse con el juego japonés.

- Una nueva forma de convivencia. El cuerpo técnico ha decidido este año cambiar las normas de convivencia. Los jugadores, que en los últimos siete años hacían vida de solteros en los hoteles de concentración, comparten habitación. "Es un tipo de convivencia muy distinta respecto a la que estábamos acostumbrados. Pero es una idea muy buena para el grupo", dice Miguel Torres, quien comparte habitación con Soldado. Los nuevos han sido colocados con un veterano: Saviola convive con Raúl, Cannavaro con Metzelder, Sergio Ramos con Pepe y Casillas con Dudek. La única habitación que se ha quedado vacía es la de Reyes y Cassano.

- El autocar sustituye a las furgonetas. Del hotel de concentración al campo de entrenamiento hay unos cuatro kilómetros cuesta abajo. Para seguir fomentando la idea del grupo, el cuerpo técnico ha decidido este año abolir los viajes en furgoneta. "Nos han pedido que llevemos a la plantilla en el autocar y que no estemos todo el rato subiendo y bajando con una furgoneta en la que sólo caben seis jugadores", dice Julio Cendal, responsable de seguridad del club. "Para nosotros es mucho más cómodo y se trabaja mejor", añade. Los que suelen utilizar la furgoneta para llegar más rápido al hotel son los miembros del cuerpo técnico.

- Banquetas y trineos. Tanto ha sido el material que se ha llevado el equipo a la pretemporada que en el viaje de ida los utileros tuvieron que subir y colocar en los asientos traseros del avión unas 40 maletas. "Este año hemos traído dos cosas nuevas que con Capello no había visto nunca: unas banquetas y unos trineos", cuenta Manolo Galisteo, jefe de los utileros. "Los trineos los hemos traído por si acaso, pero todavía no los hemos utilizado. El año pasado sé que Capello se llevó a la plantilla a una pradera para subir cuestas. Los trineos te permiten hacer el mismo trabajo pero en plano", explica Jordi García. "Las banquetas son de goma y se llaman bosu. Las estamos utilizando mucho para prevenir las lesiones. Hacemos ejercicios de equilibrio y trabajos específicos para la estabilización de las articulaciones más delicadas como las rodillas, las caderas y los tobillos", explica Walter Di Salvo, el nuevo jefe físico del club.

Los utileros aseguran también que el primer día Schuster les pidió que desinflaran un poco los balones para evitar golpes demasiado duros.

- Kinesio-tape. En el material médico también ha habido una novedad importante. "Desde que se las puso Justin Henin en la final del Roland Garros se han puesto de moda", confiesa bromeando el doctor Hernández. El médico del equipo habla de unas tiritas azules que varios jugadores -entre ellos Metzelder, Saviola, Miguel Torres y Míchel Salgado- se han colocado en los gemelos y en los tobillos. "Te colocas la tirita en un músculo o en una articulación y lo que hace es autocurar el cuerpo a base de tensionar y estirar la piel. Es un nuevo método de rehabilitación y tratamiento fisioterapéutico que hace efecto en la zona dañada mientras el futbolista realiza ejercicio físico", explica el médico del Madrid.

- El fútbol de toque. Emerson asegura que Schuster ha conquistado ya a la plantilla. "Ha habido un cambio de mentalidad muy importante respecto al año pasado. Se bromea más que con Capello... El míster participa activamente en todos los ejercicios. Hace sentir su presencia y se ve que piensa mucho en el grupo", cuenta el pivote defensivo brasileño. Tanto, que el técnico alemán hasta se pone a distribuir pases en el medio del campo durante los partidillos. Desde el primer día el balón ha sido el protagonista de las sesiones de trabajo. Schuster dedica unos 40 minutos diarios a los rondos. Hace mucho hincapié en la circulación rápida del balón y en el fútbol a un toque, algo que para Capello pertenecía "al siglo pasado". "Después del amistoso contra el Stoke City nos dijo que le gustó mucho que no nos quemara el balón en los pies", afirmó ayer Higuaín.

- Sin carreras kilométricas. "La mezcla de trabajo físico con el trabajo con balón es lo que hace más feliz a un futbolista", destacó Guti el primer día de entrenamiento. El segundo capitán blanco estaba acostumbrado a las kilométricas carreras (entre 5 y 7 kilómetros diarios) a las que les sometía Massimo Neri la temporada pasada. "Hace 20 años los jugadores se pasaban las pretemporadas corriendo en los bosques durante horas y horas", dice Walter Di Salvo. "Las cosas han cambiado. Un futbolista corre un promedio de unos 11,4 kilómetros por partido. Pero lo más importante ahora no es solamente la distancia sino la intensidad. Y para ello yo prefiero hacer un entrenamiento más específico que cuide más las distancias cortas que las largas. Eso es lo más frecuente en un partido, hay muchos sprints y muchos cambios de dirección", matiza Di Salvo.

- La cultura del gimnasio. Walter Di Salvo ha hecho del gimnasio su cuartel general. Cada día los jugadores pasan por allí antes y después del entrenamiento. El preparador físico les dibuja un plan de trabajo individualizado que se ajuste a sus necesidades fisiológicas y a su historial de lesiones.

- La alimentación. Aparte de la crioterapia, el responsable de la preparación física ha hecho un plan de trabajo con el nutricionista. "La recuperación empezará un minuto después de acabar el partido con la reintegración de los líquidos y carbohidratos perdidos durante los 90 minutos".

- El control de la velocidad. Durante los ejercicios de carreras continuas, los preparadores físicos madridistas llevan en la muñeca una especie de máquina (parecida a un alcoholímetro) de unos 20 centímetros, con la que se mide con exactitud la velocidad a la que se realiza la carrera. El aparato emite un sonido con la cadencia a la que se tiene que correr para mantener una velocidad constante. Otra novedad en esta nueva etapa iniciada con Schuster al frente.

Bernd Schuster y su segundo, Manolo Ruiz, durante un entrenamiento del Madrid en la localidad austriaca de Irdning.
Bernd Schuster y su segundo, Manolo Ruiz, durante un entrenamiento del Madrid en la localidad austriaca de Irdning.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_