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Reportaje:

Duro refuerza su dimensión exterior

Asia es uno de sus objetivos principales como constructor de equipos y plantas industriales

Duro Felguera calienta motores y ultima mapas de ruta con el objetivo de reforzar su actividad como ingeniería y su dimensión internacional. Ha acordado ya la entrada como socio minoritario en el capital de una compañía madrileña del sector, especializada fundamentalmente en obra civil y mecánica, y la toma de una posición mayoritaria (suscribirá el 70%, con opción a alcanzar el 100%) en otra sociedad análoga asturiana especializada en instalaciones eléctricas.

Su estrategia pasa por la energía. En 2006 tomó un 10% en una planta de biodiésel de Green Fuel y está promoviendo hoy otra planta en Gijón
Prevé alcanzar este año una facturación superior a 700 millones de euros (en 2006 registró 566 millones) y aspira a llegar a los 850 millones en 2009
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El futuro de los talleres

Las dos operaciones sumarán una inversión conjunta de tres millones de euros. Duro pretende con estas dos tomas de posición impulsar el crecimiento del grupo por la vía de las adquisiciones, acrecentar su diversificación y fortalecer su área de ingeniería reforzando su "capacidad de ejecución de proyectos con el objetivo de asegurar aún más los plazos y la calidad" y ofrecer "una mayor fiabilidad" a sus clientes, aseguró su presidente, Juan Carlos Torres Inclán.

El propósito de Duro es contribuir al impulso de ambas participadas, cuya identidad no ha sido desvelada, a la espera de cerrar ambas operaciones, con el objetivo de que multipliquen por diez, en el plazo de 5 ó 6 años, su actual cifra de negocio.

La compañía asturiana, tras siglo y medio de existencia y 107 años de cotización en Bolsa, y al cabo de sucesivas transformaciones societarias y de negocio en el ámbito siempre de la industria metalúrgica, "está en pleno proceso de crecimiento y expansión", aseguró a los accionistas en la última junta general el presidente del grupo.

Para 2007 Duro prevé alcanzar una facturación superior a los 700 millones de euros (en 2006 había sido de 566 millones, el 10,8% más que el año anterior) y aspira a llegar a los 850 millones en 2009. A la vista de la marcha de los ingresos de este año, la elevada contratación (760 millones durante el ejercicio pasado) y la obra pendiente de ejecutar (por valor de 1.187 millones a 31 de diciembre pasado), Torres Inclán expresó a los accionistas que "Duro Felguera ha cambiado de escala".

Pero no es el tamaño el único objetivo. "El crecimiento de las magnitudes se ha hecho al tiempo que se han ampliado los márgenes", sostiene Torres. En 2006 los ingresos crecieron casi el doble que los costes de personal, que lo hicieron el 5,6%, y el beneficio mejoró el 94,6%. Para 2007 la previsión es mantener las ratios de rentabilidad. El beneficio bruto esperado oscila entre 52 y 60 millones de euros (40 millones en el pasado ejercicio).

Amén de fortalecerse como ingeniería y ejecutor de proyectos llave en mano, mitigando su dependencia de su división de fabricación, el grupo se ha propuesto otros objetivos capitales: diversificar sus áreas de negocio y acrecentar su expansión internacional.

En la actualidad el mercado exterior supone el 37% de la facturación y el 31% de la contratación del grupo. En 2006 el 70% de la contratación procedió del extranjero. Duro tiene filiales en Italia, México, Venezuela y Perú y oficinas de representación en India y Japón. En los últimos ejercicios, merced a una política comercial muy vigorosa, ha obtenido contratos suculentos en India, Italia, Brasil, Venezuela, Argentina y Perú, además de México, y recientemente en Chile.

Por el Centro de Especialización en Técnicas Avanzadas (CETA), de Duro, un departamento de formación con sede en Langreo (Asturias), han pasado ya tres promociones de ingenieros superiores y dos de ingenieros técnicos procedentes de varios países de Europa y América para formarlos como gestores de proyectos llave en mano con el fin de colocarlos al frente de las obras de Duro en sus naciones de origen.

India, Vietnam y Tailandia

Tras la adjudicación el año pasado de un contrato en India por 96 millones de euros para construir una gran instalación portuaria de manejo de minerales, Asia es una de las capitales aspiraciones hora de expansión de Duro. La compañía, que opta en este momento a la adjudicación de plantas industriales en Vietnam, Tailandia e India, acaba de contratar al ex director general de la compañía japonesa Mitsubishi en España como representante exclusivo en el continente oriental.

La contribución equilibrada de todos los segmentos de negocio es uno de las orientaciones estratégicas, que ya se constató en 2006. El grupo de fabricación (talleres) arrojó resultados positivos el año pasado por vez primera desde 2003, y a pesar de las pérdidas de una de esas instalaciones fabriles, la de Barros (Langreo), que lleva con números rojos desde 1993. Torres sostiene que los talleres no se venderán ni se cerrarán y que "están ya en un tamaño adecuado". Aunque el de Barros (Langreo) sigue en pérdidas, en 2006 se redujeron a la mitad merced a un expediente de regulación y en 2007 se prevé que no superen los 2,5 millones, el 50% menos. "Barros está ya en camino de solución", afirmó.

La entrada en nuevos negocios ya se empezó a materializar con la participación en proyectos energéticos. El año pasado tomó el 10% de la planta de biodiésel que el grupo Green Fuel Corporación, participado por la eléctrica Endesa y las compañías Técnicas Reunidas y Tepro, promueve en Badajoz.

Duro impulsa también una planta propia de biocombustibles en el puerto gijonés de El Musel -para la que busca socios conocedores del sector, que garanticen la compra de producción y su colocación en el mercado-, ha expresado su voluntad de participar accionarialmente -y no sólo como posible constructor- en algunas de las centrales térmicas de ciclo combinado proyectadas en Asturias y no oculta su deseo de suscribir una participación, si se le permitiese, en la ya autorizada planta regasificadora de Gijón.

También analiza la posible alianza, y en su caso compra de títulos, de una constructora de obra pública y civil que no cotiza en bolsa.

Para acometer éstas u otras apuestas inversoras la última junta general de accionistas autorizó al consejo de administración para ampliar el capital en el plazo de dos años por un máximo del 50% mediante una emisión con prima.

Pugna de accionistas

Hoy el capital está muy concentrado. Pese a que uno de los accionistas asturianos (Imasa) desinvirtió hace más de un año y otro (TSK) acaba de reducir su posición y ha abandonado el consejo, el capital que flota libremente en Bolsa es muy reducido. El consejo -integrado por grupos inversores de Asturias- sigue controlando casi el 70% de los títulos.

Dos inversores (Gonzalo Álvarez Arrojo, que procede del sector del transporte, entre otras inversiones, y el constructor y promotor inmobiliario José Antonio Aguilera Izquierdo, ambos con sede en Gijón) mantienen una enconada pugna por la compra de títulos. El primero, que obtuvo ingentes plusvalías con la venta de Avanza, controla el 20,71%, y mantiene estrechas relaciones con otros accionistas, y la compañía Residencial Vegasol, de Aguilera, anda ya por el 18,8%.

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