"La actitud del BNG en el Parlamento me parece poco útil"

Ismael Rego (Foz, 1951), portavoz del grupo parlamentario socialista, reconoce que tenía "cierta prevención" sobre cómo podía funcionar la coalición con el BNG. "Sabíamos que iba a haber momentos de dificultad".

Pregunta. ¿Por qué han decidido aplicar una estrategia parlamentaria distinta de la del BNG?

Respuesta. Nosotros asumimos desde el primer momento que los gallegos nos dieron la responsabilidad de liderar el Gobierno del país y, por tanto, la de liderar el apoyo al Gobierno. De hecho, lo ejercemos sin ningún tipo de complejos. Es lo más útil y, desde luego, lo más responsable. El otro grupo que apoya al Gobierno tiene otra forma de hacerlo y de expresarse. A nosotros nos parece más útil la nuestra. Yo pienso que políticamente son actitudes poco rentables y cuanto más tiempo tarde el BNG en darse cuenta de eso va a ser peor para sus intereses. No me parece que eso tenga mucho futuro. Más pronto que tarde el BNG abandonará esa posición porque no tiene mucho sentido.

"Feijóo no se dio cuenta de que si Touriño era el presidente de la reforma del Estatuto él iba a ser el jefe de la oposición de la reforma"

"No creo que los emigrantes vayan a crear ninguna distorsión [electoral] porque su comportamiento es similar al de interior

P. ¿Se refiere a las elecciones?

R. No lo sé. La actitud del BNG en el Parlamento me parece poco útil. De hecho, nosotros no lo hacemos. Es más: en nuestro caso no nos parecería ni siquiera responsable. No es útil porque los ciudadanos quieren ver en el Gobierno a quien está en el Gobierno y en la oposición a quien está en la oposición. Ser Gobierno y al mismo tiempo ser un poco oposición no tiene sentido. Aunque pueda entender que otra gente piense de otra manera, a mí me parece que eso socialmente tiene escasa rentabilidad.

P. Se han sucedido situaciones incómodas.

R. Lo relevante es que el Gobierno no tuvo nunca el más mínimo riesgo de perder una votación.

P. A veces parece que tiene sentido la acusación del PP de que hay dos gobiernos. Estoy pensando en Touriño afirmando que tiene el compromiso del 8% y Quintana exigiéndolo.

R. Eso es normal. A mí me parece que son dos posiciones que se exteriorizan. Quintana es el responsable de una fuerza política nacionalista en nombre de la que se expresa pidiendo lo mismo que el presidente de la Xunta. La idea del famoso bigobierno que el PP pretende meter es bastante menos que la de los últimos gobiernos de Fraga Iribarne. Con independencia del hecho innegable de que hay un gobierno formado por dos fuerzas políticas, éste actúa de forma colegiada.

P. El BNG no está de acuerdo con el veto que el presidente ha decidido otorgar al PP en lo que se refiere a la reforma del reglamento del Parlamento y de la ley electoral.

R. Cuando Fraga reformó la ley electoral, BNG y PSdeG criticamos con muchísima dureza que las reglas de juego se modificaran a la carta en función de una mayoría parlamentaria. Fuimos durísimos. Eso mismo pasó con el reglamento de la Cámara. Pues ahora, lo que nos toca es trabajar en la modificación del reglamento y, si es posible, en la ley electoral, pero siempre en torno al diálogo y al consenso. Haríamos un mal servicio al país si nos ponemos a modificar por mayoría las reglas de juego. ¿Eso significa que le vamos a dar al PP capacidad de veto sine die? Pues no, no se trata de eso.

P. ¿Por qué no tramitar directamente la reforma del voto emigrante en Madrid?

R. Nosotros somos absolutamente favorables a que el voto del emigrante se produzca con las mismas garantías que el voto de los residentes: voto en urna y voto por correo debidamente reglamentado. Nos parece un objetivo principal. Ese es el primer planteamiento del presidente y los socialistas seguimos ahí. Nosotros éramos partidarios de impulsarlo desde aquí y no fuimos nosotros quienes además de esos objetivos planteamos otros, incluso tratando de marcar espacios temporales que no podemos marcar. Podemos hacer una propuesta aprobándola en el Parlamento en septiembre. Lo que no podemos es garantizar a nadie que la tramitación se va a hacer en el Congreso antes de las generales. No obstante, hay una propuesta de resolución aprobada en el Congreso en el debate del estado de la Nación que establece que el Gobierno remitirá a la Cámara en un plazo de cuatro meses una iniciativa legislativa en esta dirección. Si es así, quedará despejada cualquier incertidumbre.

P. En Galicia se entiende cada vez menos que vaya a haber más votantes fuera que dentro.

R. No, claro, ése no es un escenario manejable. Yo creo que ahí deberemos trabajar y establecer garantías. El vínculo más importante que se puede establecer en torno a nuestros residentes en el exterior es el voto. ¿Cómo se hace? ¿Qué consecuencias tiene? De eso debemos hablar. Hay determinadas formas de hacerlo y situaciones en las que podemos establecer que se pueda o no votar. Si se establecen garantías, no creo que los emigrantes nos vayan a crear ningún tipo de distorsión porque su comportamiento es bastante similar al que se viene produciendo dentro de Galicia.

P. ¿Le decepcionó que el PP rechazase la reforma estatutaria?

R. Sí, mucho. No estuvieron a favor de la reforma por la falta de liderazgo absoluto de quien representa al PP en Galicia, que demostró claramente que no pinta nada. Prefirió que Galicia no tuviera Estatuto a que Touriño fuera el presidente de la reforma. No se dio cuenta de que si Touriño era el presidente de la reforma, él iba a ser el jefe de la oposición de la reforma. En vez de optar por Galicia y por los gallegos optó por Rajoy, Acebes y Zaplana.

P. ¿Qué va a hacer falta para retomar la reforma?

R. Después de las generales el PP necesariamente se va a ver obligado a cambiar de estrategia en España y eso tendrá consecuencias en Galicia. En el PP de Galicia Feijóo permite o impulsa despegarse de aquello que Fraga cuidó tanto: aquel acercamiento al galleguismo. Fraga tuvo mucho cuidado en hacer el PP de Galicia más que el PP en Galicia. Alberto Núñez Feijóo camina en dirección contraria. Ese error no tengo inconveniente en decir que en algún momento lo pudimos cometer los socialistas gallegos y tuvimos un resultado bastante precario, los ciudadanos lo entendieron muy mal. Y creo que no lo van a entender mejor con el PP.