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Quintana fija al BNG el objetivo de salir de las generales como una fuerza "determinante"

Las relaciones con Madrid centran el discurso nacionalista en la celebración del Día da Patria

El Bloque Nacionalista Galego abarrotó ayer la Praza da Quintana de Santiago para celebrar los actos del Día da Patria. La manifestación siguió el recorrido habitual y comenzó también con el acostumbrado retraso. En la cabeza de la marcha estaban Anxo Quintana, Xosé Manuel Beiras, conselleiros como Fernando Blanco, Ánxela Bugallo o Alfredo Suárez Canal y dirigentes del partido como Francisco Jorquera.

Tras una manifestación a paso muy rápido, los nacionalistas desembocaron en la plaza para dejar paso a los discursos. Anxo Quintana, vicepresidente de la Xunta y portavoz nacional del partido, e Iria Aboi, secretaria xeral de Galiza Nova, fueron los encargados entonces de tomar la palabra.

"Hace un año dijimos que Galicia tendría un estatuto de nación o no lo tendría. Hoy renovamos el compromiso", sostiene Quintana El líder del BNG afirmó que "este año los presupuestos tienen que significar un salto cuantitativo y cualitativo definitivo"

Antes, Quintana ya se había despachado con el Partido Popular al que aconsejó que, a pesar de estar bien "que se honre a Castelao" -en referencia al acto que los populares celebraron el pasado martes en el Panteón de Galegos Ilustres para conmemorar el Día de Galicia-, preferiría que respetara el consenso sobre el gallego, un idioma para el que el PP "es hostil". El líder del BNG aseguró que "el homenaje que tendrían que hacer a Castelao y que agradecería más que un ramo de flores" es "levantar el bloqueo" sobre el futuro texto del Estatuto.

La mayor parte de la arenga de Quintana, interrumpida por aplausos y cánticos, se centró en las relaciones entre Galicia y Madrid. Recalcó la importancia de las próximas elecciones generales, de los presupuestos para el próximo año y de reincorporar al temario político el futuro estatuto gallego.

Las líneas del discurso pronunciado por Quintana, ya sobre el escenario de la plaza compostelana, dejaron claro el próximo objetivo electoral de los nacionalistas: hacerse más fuertes en Madrid consiguiendo más diputados en las próximas elecciones generales, "importantísimas para los nacionalistas". "Vamos a ellas a intentar consolidar nuestra presencia", recalcó Quintana, y que ésta sea "determinante para impedir cualquier proceso de involución antidemocrática que hoy muchos quieren implantar en la política de Estado".

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Quintana recalcó la necesidad de un "estado plurinacional democrático donde no se estigmatice a los nacionalistas sólo por serlo" como, dijo, le sucede a Nafarroa Bai. La referencia animó los aplausos del público. "No será ese grupito de extrema derecha que gobierna el PP en Madrid el que le señale al BNG los límites". "Eso también es la reivindicación del 25 de julio", concluyó el portavoz nacionalista.

Acompañado en el escenario por conselleiros y representantes del partido, el vicepresidente de la Xunta rescató del cajón de los temas políticos del bipartito el futuro Estatuto para Galicia. "Hace un año dijimos aquí que Galicia tendría un Estatuto de Nación o no lo tendría. Hoy renovamos ese compromiso: Galicia va a tener un Estatuto de todos y un Estatuto de nación". Para conseguirlo reclamó el trabajo, la entrega y el amor por Galicia de los asistentes. Del PP, sin embargo, no pidió tanto, tan sólo a la "gente del PP harta de ver como la derecha española condena a Galicia a ser siempre de segunda" que caminen junto a ellos.

"El PP pretendía que Galicia tuviese un estatuto regional y de segunda y os puedo asegurar que si no fuera por la presencia del nacionalismo lo habrían conseguido", aseguró. "Galicia es hoy más nación aún sin estatuto".

Sin alejar la vista de Madrid, Anxo Quintana, prosiguió su intervención refiriéndose a los próximos Presupuestos Generales del Estado en los que no permitirá "que traten a Galicia como un país de segunda". "Este año los Presupuestos tienen que significar un salto cuantitativo y cualitativo definitivo", afirmó, y para conseguirlo, Quintana asegura que sólo vale el BNG, ya que "en Madrid ni Ferraz ni Génova van a negociar con aquel que piensen que le pueden dar órdenes". En conclusión: "Estas elecciones generales que vienen son la oportunidad para que el nacionalismo gallego pese y decida en la política estatal".

El derecho de autodeterminación fue definido por Quintana como un "proceso dinámico para alcanzar cada día mayor capacidad de autoorganización y mayores cuotas de autogobierno", dejando a un lado la posibilidad de una decisión plebiscitaria, ya que "ni el galleguismo histórico ni el nacionalismo contemporáneo" lo entendieron nunca de esa forma.

El portavoz nacional no dejó pasar la ocasión de advertir sobre la consolidación del nacionalismo en Galicia, que se impone como fuerza representativa porque el "pueblo quiere que exista" para romper con el bipartidismo que impera en el Estado.

El poder alcanzado por el BNG en el Gobierno autonómico y en la administración local en los últimos años "ha servido para ir educando poco a poco a Madrid en el respeto por Galicia". "Nunca gobernamos tanto y a tantos", insistió Quintana, que aseguró que "el nacionalismo cumplirá hasta la última letra de su contrato de confianza y compromiso con la ciudadanía gallega".

Entre los asistentes destacaba la presencia sobre el escenario de Xosé Manuel Beiras, que lidera a Encontro Irmandiño dentro del BNG, facción que pretende evitar que el nacionalismo caiga en el autonomismo. Su reivindicación personal para conmemorar el Día da Patria se basa en la "revolución irmandiña del siglo XXI".

La primera en aparecer ante los micrófonos fue la secretaria xeral de Galiza Nova, Iria Aboi, que animó a los manifestantes a apretarse en la plaza para que pudiera seguir entrando gente. En el papel de presentadora, Aboi se encargó de anunciar al grupo tradicional que amenizó el acto y de anunciar la presencia de representantes de partidos extranjeros, asociaciones culturales y políticas y de gobiernos municipales nacionalistas.

En su intervención, Aboi destacó que los allí presentes "son parte de un pueblo no resignado" que no renuncia a "trabajar con dignidad en los sectores productivos básicos", "a la dignificación de nuestra cultura" y a "trabajar en nuestro país".

Aboi hizo un recorrido por las preocupaciones propias de los jóvenes e insistió en que no renuncian "a que los niños de nuestro país puedan tener una enseñanza en nuestro idioma", a pesar de los ataques de los que calificó como "los sectores más fachas y españolistas de nuestra sociedad", en referencia al decreto sobre la enseñanza en gallego criticado por el Partido Popular. Las consignas de los asistentes interrumpieron en varias ocasiones a Aboi para mostrar la aprobación a sus palabras.

El acto terminó con la plaza con el canto el himno gallego y la habitual fotografía de los dirigentes nacionalistas con el puño -cada vez menos- en alto.

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