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Un grapo juzgado por el asesinato de un policía insulta al tribunal

Elena G. Sevillano

La Fiscalía de la Audiencia Nacional mantuvo ayer su petición de pena de 30 años de prisión para el miembro de los GRAPO Marcos Martín Ponce por el asesinato, el 17 de noviembre de 2000, de un policía nacional en Madrid. El acusado entró en la pecera -la sala blindada donde se sientan los procesados- con gesto arrogante y se enzarzó en una discusión con el presidente del tribunal, Fernando Bermúdez de la Fuente, durante la que calificó a la sala de "fascista" y heredera del "Tribunal de Orden Público franquista".

Martín Ponce, que pasó de pie las casi dos horas que duró la vista oral, apoyado en el cristal con las manos en los bolsillos, se negó a responder a las preguntas, no sólo del fiscal, sino también de su abogada. Protestó porque no estaba allí su letrado de confianza, sino uno de oficio, a lo que el magistrado contestó que no se le había podido localizar y, en cumplimiento de la ley, se le había asignado otro. Bermúdez zanjó el rifirrafe ordenando a los policías que volvieran a meter al acusado en la pecera.

El fiscal Jesús Alonso considera a Martín Ponce -extraditado por Francia en diciembre de 2006- autor material del asesinato del policía Francisco Javier Sanz Morales en compañía de otro miembro de los GRAPO, Israel Torralba Blanco, ya condenado por este atentado. De acuerdo con su escrito de acusación, los terroristas querían matar a un agente en respuesta a la detención en París de la cúpula de la organización terrorista.

"No nos mires"

Con ese objetivo, "deambularon" por Madrid en busca de una víctima, hasta que vieron salir al agente del colegio Luz Casanova, en la calle Alondra. Aprovechando que estaba solo y desprevenido buscando unos papeles en la moto, le dispararon en la nuca y salieron corriendo. Era pleno día, hacia la una de la tarde, por lo que varias personas presenciaron los hechos. Una de ellas, que estaba trabajando en esa calle, afirmó ayer que oyó dos detonaciones, se giró y pudo ver a los dos terroristas huyendo. "No nos mires", le amenazó uno de ellos, pistola en mano. El testigo identificó a Israel Torralba.

Una funcionaria leyó el testimonio de otro testigo protegido que no acudió ayer al juicio, una mujer que volvía de comprar cuando sucedieron los hechos. Según su declaración, se fijó en dos individuos apoyados en un coche porque parecían delincuentes y le dieron miedo. Unos minutos después, vio cómo uno de ellos cruzaba la calle, se sacaba un arma del cinturón y disparaba al agente. La testigo identificó a Martín Ponce, a pesar de que en la foto que le mostraron lucía bigote y perilla, "por su mirada penetrante y de odio".

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En las conclusiones finales, el fiscal destacó la "cobardía" del acusado y pidió que se le prohíba acercarse o residir en Madrid durante cinco años y una indemnización de 400.000 euros para la familia de la víctima.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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