El Rabobank retira a Rasmussen
El equipo holandés excluye al líder del Tour por mentir sobre su paradero en los meses previos a la carrera
Error inmenso, pero comprensible. El duelo en el Aubisque, ganado por KO por el danés Michael Rasmussen sobre el chico de Pinto, Alberto Contador, no decidirá finalmente el ganador del Tour 2007. En una decisión insólita y sin precedentes en la historia de una carrera cuya primera edición se celebró en 1903, el equipo del líder, el Rabobank, decidió anoche, pocas horas después del final de la etapa, retirar al corredor danés del Tour por "faltar al reglamento interno del equipo", en referencia a su falta de diligencia para notificar su residencia los meses previos al Tour a las autoridades antidopaje. Los últimos días, Rasmussen y su equipo habían sido víctimas de una presión tremenda para abandonar por parte de la dirección del Tour, de la Unión Ciclista Internacional (UCI), de los directores de algunos equipos, de otros ciclistas y de la prensa. Ayer, recibió silbidos del público en la salida de Orthez, durante la etapa y tras cruzar la meta en el alto del Aubisque, vencedor, con cerca de medio minuto sobre Levi Leipheimer y 35s sobre Contador.
Contador saldrá hoy con el 'maillot' amarillo pese a que el danés aumentó su ventaja en el Aubisque
"Nos ha mentido", explicó el mánager del equipo, Theo de Rooy. "Nos dijo que estaba en México en un determinado momento y un periodista de la RAI lo vio entrenándose en los Dolomitas, en los Alpes italianos". Esta información es nueva. Hasta ahora, lo único que había admitido Rasmussen es que no había enviado a tiempo información sobre su paradero, por lo que había recibido dos advertencias por parte de la UCI. La dirección del equipo, al conocer las últimas noticias sobre sus paraderos, y presionada directamente por la dirección del Tour, exigió inmediatamente a De Rooy retirar al líder del Tour.
No es la primera retirada del Tour 2007, una prueba que se sume en el caos, por asuntos de dopaje. Pocas horas antes, el equipo Cofidis se había retirado en pleno poco después de que la UCI les informara del positivo de su corredor Cristian Moreni tras la etapa Marsella-Montpellier. Y el día de descanso, el martes, la dirección de la carrera había solicitado, y conseguido, la retirada en pleno del Astana tras conocerse el positivo por transfusión de sangre de su líder, el kazajo Alexander Vinokúrov. Un síntoma más de la grave crisis que atraviesa el ciclismo y su carrera más importante lo constituye el hecho de que aún no se conoce el ganador del Tour de 2006, vacante después del positivo por testosterona, la misma sustancia detectada en la orina de Moreni, del ganador en la carretera, el estadounidense Floyd Landis. Óscar Pereiro, que terminó segundo, y al que no se le ha permitido este año salir con el dorsal número 1, espera aún una decisión oficial. Otro español, Alberto Contador, es, de momento, el beneficiario principal de la retirada de Rasmussen, lo que, de todas maneras, no le llenó de alegría.
A Johan Bruyneel, el director de Contador en el Discovery Channel, una llamada telefónica a las 23.00 le informó de la decisión del Rabobank. Tampoco sonrió feliz al recibir la noticia el director belga, quien rechazó la mano de quienes querían felicitarlo. "Antes que nada es una mala noticia para el ciclismo", dijo, mientras reconocía la superioridad del danés en la carretera. "Así, en los despachos, no es como se gana un Tour", prosiguió Bruyneel. Inmediatamente se marchó, en compañía del médico del equipo, Pedro Celaya, a la habitación de Contador, quien ya estaba casi dormido.
La charla en el dormitorio del hotel Villa Navarre fue larga y emotiva. La primera reacción de Contador, la principal, fue de sorpresa e incredulidad; la segunda, de rechazo. "Pero Rasmussen ha sido más fuerte que yo en la carretera", reconoció el ciclista madrileño, de 24 años, quien en su segundo Tour marchaba, tras la última etapa de montaña y a cuatro días de llegar a París, segundo en la general, a 3m 10s del que debía ser, tras Bjarne Riis en 1996 -una victoria puesta en entredicho tras las confesiones del gran danés- el segundo ciclista de Dinamarca ganador de un Tour. También discutieron sobre la posibilidad de rechazar salir hoy en la etapa Pau-Castelsarrasin con el maillot amarillo, una prenda que considera no le corresponde por méritos propios. La decisión definitiva, sin embargo, no se tomará hasta poco antes de la salida, aunque en el equipo subrayaban que el Tour obligaba a salir con el jersey de líder para evitar reclamaciones del patrocinador, Crédit Lyonnais. Recordaban además en el Discovery cómo en 2005, tras una caída del líder, David Zabriskie, Lance Armstrong intentó no vestir de amarillo, y cómo el director del Tour entonces, Jean Marie Leblanc, no dejó continuar la carrera hasta que Armstrong cambió de maillot.
Mientras Theo de Rooy se sumió en una profunda tristeza y mientras el resto de corredores del Rabobank discutían, amargados, si tomarían hoy la salida, el director del Tour, Christian Prudhomme, mostraba su gran satisfacción. "Lo más importante no es que le haya echado su equipo, sino que no seguirá en el Tour. Hemos hecho todo lo posible por eliminar la sospecha", dijo. "Por lo menos tendré la sensación de que no se me deshonra. Y creo que queda claro que no se pueden burlar impunemente del Tour".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.