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"Hemos elegido Valencia porque ha demostrado ser una sede fantástica"

La Copa del América se celebrará en 2009 y habrá regatas previas en Valencia el año próximo

Sara Velert

Hubo fuegos artificiales, confeti, champán y 33 salvas por la próxima edición de la Copa del América en Valencia. Ernesto Bertarelli, propietario de la empresa organizadora de las regatas y del equipo ganador, el Alinghi, confirmó ayer a la ciudad como sede de la competición en 2009. Bertarelli destacó que ha elegido la ciudad porque "ha demostrado ser una sede fantástica" y ya dispone de las infraestructuras necesarias en la dársena del puerto. El Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento pagarán un canon de 105 millones de euros por la competición, además de un mínimo de 50 millones en otras inversiones.

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Satisfacción y alegría tras las tensiones de la negociación

Además de la "gran ventaja de volver a utilizar" las dotaciones levantadas en el puerto, Bertarelli consideró clave para la reelección de Valencia "la buena voluntad y la relación personal" que ha construido "con España, la Comunidad Valenciana y la ciudad", porque, en su opinión, "la confianza, el respeto y la buena voluntad son elementos fundamentales para el éxito". El empresario exhibió esa cercanía al dar las gracias por la renovada "bienvenida a Valencia" y citar sólo con nombre propio a la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado; al presidente del Consell, Francisco Camps, y a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que compartieron con él y el presidente de America's Cup Management (ACM), Michel Bonnefous, el protagonismo de la conferencia de prensa posterior al anuncio.

Las tres administraciones firmaron antes del acto un convenio en el que se comprometen a crear el Consorcio Valencia 2009, que sustituirá al actual y afrontará los compromisos adquiridos con ACM en la intensa negociación de las últimas semanas. La fecha límite para firmar ese contrato será el 4 de septiembre, si bien las partes rubricaron ayer una carta oficial en la que confirman estar de acuerdo con lo pactado -visaron una copia del texto- y se comprometen a cumplirlo.

Con esa carta en la mano, ACM dio paso a la escenificación del anuncio de la sede en los muelles de la dársena, con el edificio Veles e Vents de fondo. Ahí esperaban los representantes de las administraciones, entre otros, con el gesto solemne propio de las grandes ocasiones. Bertarelli, con atuendo deportivo, compareció con la Jarra de las Cien Guineas, y Bonnefous anunció sonriente que la Copa se queda en Valencia tras haber albergado la edición "más competitiva de la historia", y con el afán de preparar otra aún mejor. Una lluvia de confeti y globos de colores, tracas y una salva de 33 disparos -el número de la próxima edición-, dio paso a los breves parlamentos de Barberá y Camps, que destacaron que Valencia volverá a ser "el foco del mundo" y reconocieron la colaboración del Gobierno, y de Salgado, que reiteró que el Ejecutivo aportará a la competición "lo necesario para que sea un éxito económico y deportivo".

Del brindis con champán, a la sala de prensa. Bertarelli, tras destacar los motivos de la elección de Valencia, se centró en las novedades deportivas de la próxima edición. El multimillonario de origen suizo resaltó que el hecho de disfrutar de una dársena totalmente remodelada y preparada para la 33 edición de la Copa del América reducirá costes "para todos". El Gobierno, a través de un préstamo, ya ha invertido más de 350 millones de euros en las instalaciones de la Copa. Bertarelli no hizo mención a las condiciones del nuevo contrato, y preguntadas al respecto las administraciones, Camps esquivó la cuestión asegurando que "el compromiso es hacer la mejor Copa" y Salgado declaró que el Gobierno no escatimará esfuerzos. Ante la insistencia de los periodistas, la ministra afirmó que el canon por la competición se fija en "una cifra razonable" de 105 millones de euros hasta 2009, frente a los 90 pagados por los cuatro años de la pasada edición. Mantener las regatas en Valencia ha llevado a las administraciones a comprometer también un gasto en publicidad y difusión del evento superior y a destinar unos 50 millones de euros a infraestructuras, entre ellas una nueva capitanía en la marina norte. Durante las negociaciones se habló de una piscina y una escuela de vela. En otras partidas se manejaron en la negociación hasta un centenar de millones más en ayudas a la promoción y producción audiovisual. Las administraciones, en cualquier caso, garantizan que además del canon otros 30 millones llegarán a las arcas de ACM a través de esponsores españoles. En el contrato han quedado ajustadas también las condiciones para compatibilizar las regatas con la fórmula 1 y las obras de ampliación del puerto.

Bonnefous tomó la palabra para subrayar que ACM ha recibido "todas las garantías" de que el contrato "es vinculante" aunque no esté aún firmado. Un comentario que molestó a Salgado, que replicó que ya había dejado claro que el "compromiso es absolutamente firme" y les obliga. Fue un breve nubarrón que sobrevoló una comparecencia con espacio para la anécdota. Barberá aprovechó para pedir a la ministra más inversiones -"no estoy oyendo nada", respondió ésta-. Bertarelli, mientras, jugó con sorna con los supuestos celos de Barberá hacia Salgado porque a la ministra la conoció primero, como responsable de Sanidad cuando dirigía una empresa del sector, para al final prometer a la segunda que probablemente uno de sus barcos se quedará en Valencia. Era un día de celebración, y la alcaldesa ya animó por la mañana a los ciudadanos a acudir al puerto. A la fiesta y los fuegos artificiales se sumaron algunos centenares de personas.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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