La división de los socialistas amenaza el gobierno de Leganés

El alcalde de Leganés, Rafael Gómez Montoya (PSOE), suspendió ayer el pleno por la ausencia de los cuatro ediles socialistas que la semana pasada quedaron fuera del reparto de las concejalías retribuidas. Uno de ellos había anunciado que no iría al pleno por motivos laborales. Los otros tres tardaron horas en justificar su ausencia y descartaron que fuese una "acción organizada". La gestora del PSM ha convocado hoy a una reunión a los 11 ediles socialistas.

El portavoz local del PSOE, Antonio García, aseguró que sólo uno de los cuatro concejales que ayer no asistieron al pleno, Juan Antonio González, había anunciado que no acudiría al mismo "por motivos laborales". Los otros tres ediles socialistas (Santiago Llorente, Laura Oliva y María José Banegas) -que no dieron ninguna explicación a su partido sobre su ausencia- estuvieron ayer "ilocalizables" antes de la hora establecida para la celebración de la sesión plenaria, las seis de la tarde, según fuentes socialistas. Ni sus compañeros del grupo municipal ni miembros de su partido en Leganés pudieron dar una explicación sobre los motivos de su ausencia, que abre una crisis en el gobierno de la ciudad.

La justificación tardaría unas horas en llegar. Fue a través del concejal Santiago Llorente, quien anoche atribuyó a "motivos personales" y a la "casualidad" la no asistencia al pleno tanto de él mismo, como de sus dos compañeras. Llorente adujo una avería en su coche cuando regresaba de Guadalajara. "Problemas médicos y laborales", impidieron a Oliva y Banegas acudir a la sesión plenaria, según la versión dada por el mismo edil.

Sin embargo, ninguno de los tres advirtió al partido de sus respectivas situaciones, como reconoció el portavoz socialista en el Ayuntamiento, Antonio García, quien aseguró que había intentado "sin éxito" ponerse en contacto con alguno de los ausentes. De hecho, la situación se puso "inmediatamente en conocimiento de los órganos de dirección del partido, tanto regionales, como federales", tal y como indicaron fuentes municipales, que calificaron de "increíbles para cualquier cerebro humano", las explicaciones de Santiago Llorente.

"Posible prevaricación"

Esta división en el grupo socialista llega después de los tiras y aflojas entre PSOE e IU, que permitieron un gobierno del PP durante 23 días. Una moción de censura permitió a los dos partidos de izquierda recuperar la alcaldía el pasado día 9. Ayer, en el primer pleno de esta etapa, el alcalde, Rafael Gómez Montoya decidió suspender la reunión sine die a la vista de las ausencias de sus compañeros.

El Gobierno municipal se apresuró a señalar que esta situación "no supone la paralización de la gestión municipal". Pero "desgobierno" y "vacío de poder" fueron los argumentos esgrimidos por la portavoz popular y ex alcaldesa, Guadalupe Bragado, quien pidió la dimisión del alcalde, al que acusó "de un posible delito de prevaricación al suspender el pleno sin justificación". Añadió que el PP estudia querellarse contra el regidor.