Fenosa abrirá esta semana su planta de Arteixo pese a suspender la inauguración por protestas vecinales
Es cuestión de días que comience a funcionar, en fase de pruebas, la primera planta en Galicia que utilizará gas para producir energía eléctrica. Unión Fenosa mantiene invariable el calendario de la puesta en marcha de su central de ciclo combinado en Arteixo (A Coruña), pese a haber tenido que suspender en el último momento el acto de inauguración que debían protagonizar ayer el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras.
Un pequeño desajuste técnico, la falta de gas que no llegará a la planta hasta mañana, así como las anunciadas protestas de, por una parte, vecinos del lugar y, por otra, de representantes sindicales de la eléctrica por desavenencias sobre el convenio colectivo llevaron a la compañía a suspender el acto oficial de inauguración. Quedó aplazado, sin fecha. Pero Fenosa mantiene sus planes de empezar esta semana o como muy tarde la próxima con las pruebas de la planta que recibirá el gas de la regasificadora de Reganosa en la ría de Ferrol.
La explotación comercial de la central de Arteixo, con capacidad para producir al año unos 2.000 gigavatios, está prevista para octubre o noviembre. La empresa niega que el retraso en el inicio de las pruebas tenga nada que ver con la falta de licencias y permisos. La alcaldesa de Arteixo, Pilar Souto, reconoció que la nueva planta de Fenosa, situada en el polígono industrial de Sabón, ya cuenta con licencia medioambiental pero aún carece de la de actividades, que el ayuntamiento coruñés aún está tramitando.
La compañía eléctrica destacó que este último permiso no es necesario para los dos meses de pruebas que realizará antes de comenzar la explotación comercial. Pero los vecinos de la parroquia de Oseiro, que llevan 12 años de batalla contra el tendido de alta tensión que Fenosa mantiene ante sus ventanas, están decididos a redoblar sus acciones reivindicativas para que tanto el ayuntamiento como la Xunta sean lo más "estrictos" posibles con la nueva central de ciclo combinado. Su puesta en funcionamiento, afirman, redoblará los problemas y molestias que les causa las líneas de alta tensión, instaladas hace dos décadas entre bloques de viviendas, un pabellón de deportivo y un colegio.
Son más de 1.500 afectados y llevan ya cuatro años negociando, sin grandes avances, el desvío del tendido hacia una zona alejada de sus casas. Los vecinos saben que es imposible impedir la puesta en marcha de la nueva planta de Fenosa, pero exigen que cuando menos se realicen todos los controles y requisitos para garantizar una contaminación reducida.
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