Mediterráneo sin nostalgia

Hubo un tiempo en que la Costa Brava era una sucesión de acantilados bellísimos y de calas vírgenes salpicadas de barracas de pescadores que cosían sus redes y jugaban la partida o tomaban un carajillo o un cremat. Eran la década de 1950 y, en plena autarquía y aislamiento del mundo, comenzaron a llegar los primeros turistas a este rincón de la costa catalana. Con el turismo llegó la modernidad, encarnada en el biquini, que parecía airear la atmósfera asfixiante del franquismo.

Es una época de mezclas, de contraste entre el costumbrismo local y la mirada foránea en busca del typical Spanish. Es un encuentro entre dos mundos que ha quedado reflejado por la cámara de los fotógrafos Xavier Miserachs y Francesc Català-Roca y que puede contemplarse hasta el 11 de septiembre en una exposición organizada por el Centro Cultural Fontana d'Or de Caixa Girona.

Dos miradas al territorio. Memorias de la Costa Brava es una selección de 60 fotografías realizadas entre 1950 y 1965 por ambos fotógrafos en un recorrido documental por el territorio que abarca desde Tossa de Mar a Portbou. Son imágenes que pueden invitar a la nostalgia, pero que en ningún caso fueron tomadas con nostalgia, como explica la comisaria del acto, Laura Tarré. "Miserachs y Català-Roca no retratan el tiempo pasado, las cosas que han de desaparecer. Están fotografiando la sociedad de ese momento y por encima de todo, están retratando el espíritu del hombre mediterráneo".

Todas las imágenes tienen en común la presencia del ser humano que actúa en el paisaje, pero se han subrayado las diferencias estéticas entre los dos autores y el lapso temporal de los retratos. Así, la exposición confronta las fotografías por parejas, pero cada una habla del estilo de su autor. Las fotografías de Català-Roca, por ejemplo, son anteriores y más estáticas que las de Miserachs, más dinámico y centrado en el reportaje.

Memorias de la Costa Brava se ha estructurado en cuatro series: 'Mar de cerca, mar de lejos', dedicada a la relación entre el ser humano y las actividades marítimas; 'Gente del país y alud turístico', que muestra el contraste entre la vida de los nativos y el cosmopolitismo foráneo; 'La piel febril', una visión ligeramente erótica de las costumbres e indumentarias diversas en las playas y, finalmente, 'Estrellas de mar', centrada en los retratos de personajes famosos como Josep Pla, Salvador Dalí y Jacques Cousteau.