_
_
_
_
Reportaje:NISSAN QASHQAI 2.0 DCI ACENTA 4X2

Ventajas prácticas de un familiar mestizo

Ni turismo ni todoterreno, o las dos cosas a la vez. El Nissan Qashqai es un modelo compacto de fusión que aplica soluciones de diferentes tipos de coches para crear un familiar mestizo más práctico y polivalente. Tiene una carrocería alta inspirada en los 4×4 que mejora la visibilidad y amplía el espacio interior. Pero el tacto y el comportamiento están más cerca de los turismos y muestra una manejabilidad equiparable y sin los inconvenientes de los todoterrenos. Además, se vende en versiones con tracción delantera o 4×4, las primeras pensadas para ciudad y asfalto, y las otras, para salir al campo. Y tiene precios correctos (desde 16.680 euros) y un buen equipo de serie.

Carrocería de fusión

Más información
Tacto suave y preciso

El Qashqai es un modelo diferente creado para responder a nuevas tendencias sociológicas. Su carrocería de turismo, unida a unas suspensiones altas, casi de todoterreno, permite disfrutar las ventajas dinámicas de los primeros con un puesto de conducción más elevada. Y esta solución, una de las causas del éxito de los 4×4, se valora cada vez más entre los compradores, en especial mujeres, que circulan en ciudad con niños a bordo y se sienten más protegidos y seguros en los coches altos.

El Qashqai cumple esta premisa con un tamaño compacto y más manejable que el de otros todoterrenos. Mide 4,31 metros de largo, 11 centímetros más que un Golf, pero es más alto (1,60) y se sitúa entre el VW (1,48) y un Toyota Rav4 (1,72), aunque su altura se debe a las suspensiones, porque la carrocería es estilizada.

Bien resuelto por dentro

El aspecto poderoso del frontal, alto y robusto, unido a la cintura elevada de las puertas, transmite la solidez de los 4×4. Y el parabrisas inclinado y el techo, que cae por detrás para unirse al portón, aligeran la figura y acercan la línea a los turismos. Pero la aerodinámica es sólo aceptable (CX: 0,35).

La carrocería alta aporta ventajas prácticas. Aparte del puesto de conducción, las cuatro puertas permiten un acceso fácil y tiene un portón muy funcional en el uso diario, que permite cargar de todo con comodidad en un maletero bien aprovechado, desde las sillas de los niños sin tener que plegarlas hasta la compra o el equipaje. Las plazas delanteras son desahogadas, y las traseras tienen suficiente espacio para las piernas, pero los asientos presentan un diseño mejorable, y ha faltado ambición en los posteriores, que no se regulan en longitud e inclinación, y penalizan su flexibilidad y sentido práctico.

Los huecos para objetos son correctos y está bien presentado por dentro, con un estilo moderno, plásticos de calidad y acabados satisfactorios que crean un ambiente atractivo. Además, tanto la insonorización como el tacto de los mandos permiten viajar a buen ritmo con confort, y aunque las suspensiones son algo secas, filtran bien las irregularidades.

Cuatro motores y cinco acabados

El Qashqai se vende con dos motores de gasolina, 1.6 y 2.0 de 115 y 140 CV (desde 18.680 y 20.480 euros), y dos turbodiésel, 1.5 y 2.0 dCi de 106 y 150 CV (20.680 y 23.480), todos con tracción delantera y cambio manual de seis marchas, salvo el 1.6, que tiene cinco. El 2.0 dCi se ofrece con un automático de seis marchas (1.000 euros), y al igual que el 2.0 de gasolina, puede llevar tracción 4×4 (2.900 euros). Los precios son ajustados y hay tres acabados: Visia, Acenta (800 euros más) y Tekna (2.000 más que el Acenta), pero el primero incluye ya seis airbags, ABS, ESP, aire acondicionado, radio-CD, ordenador de viaje y todo lo habitual.

Conclusión

El Qashqai es un familiar de fusión moderno y práctico. Su carrocería alta da seguridad y tiene un interior funcional y bien acabado. Cuenta con buenos motores, equipamientos completos y precios ajustados, y puede incluir la tracción 4×4 para cumplir como un todoterreno ligero en el campo.

PRESENTACIÓN CUIDADA

El Qashqai presenta un interior moderno y bien elaborado que transmite calidad y solidez. Destaca el salpicadero, de formas suaves y elaborado con plásticos mullidos para reducir lesiones en caso de accidente. Pero la instrumentación, la consola central o los mandos, en especial el volante, están muy bien presentados y dentro de su sencillez crean un ambiente atractivo y cuidado en el que sólo desentonan los asientos, algo justos en tamaño. El diseño original de la carrocería, que permite disfrutar la altura de los todoterrenos sin sacrificar el dinamismo, no va acompañado de la flexibilidad interior y soluciones prácticas que ofrecen los 4×4 más modernos. Tanto delante como atrás se viaja en una posición alta y desahogada, pero no sobran huecos para objetos: lleva unas bolsas normales en las puertas, un buen cofre en el apoyabrazos central y cuatro posavasos, dos delante y dos en el apoyabrazos posterior. Pero se echa en falta sobre todo una banqueta trasera regulable en longitud e inclinación para variar el reparto del espacio, muy habitual en otros rivales. Al menos, el respaldo se abate por partes para ampliar el maletero, que pasa así de 410 a 1.513 litros. La luneta estrecha y el parachoques liviano estilizan la imagen de la zaga.

POCAS ALTERNATIVAS

Hay pocos modelos de fusión como el Qashqai. El nuevo Nissan es unos 3.600 euros más caro que un familiar convencional de su tamaño, como el Mazda 3, que incluye también de serie seis airbags, ABS, ESP, pero viene sin detalles como sensores de lluvia, faros y aparcamiento o control de velocidad. El Dodge Caliber, en cambio, un turismo mestizo de diseño también muy peculiar, es sólo 1.480 euros más asequible y tiene cuatro airbags, dos menos, y un interior mucho más austero.Los todoterrenos ligeros de sus medidas con tracción 4×2, como el Tucson, tienen tarifas parecidas. El Hyundai es 1.480 euros más barato, pero viene sin ESP y otros detalles. El Qashqai cuesta 5.200 euros menos que un VW Cross Golf, la versión de estética campera y tracción delantera del superventas alemán, y éste no incluye un equipo de serie que lo justifique.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_