Raikkonen, contra su maleficio
El piloto de Ferrari ha sufrido tres roturas en los cuatro últimos años en Nürburgring
Le precede fama de rompecoches aparentemente cierta y la leyenda adquiere máximo esplendor en el circuito de Nürburgring, escenario mañana del Gran Premio de Europa. Pero Kimi Raikkonen lo niega todo. Él no se considera un piloto rompedor, aunque sí realmente agresivo en su forma de conducir. Hace cinco años que el finlandés no sube al podio en Alemania y en los últimos cuatro ha roto dos veces el motor y ha acabado en una esquina a pocas curvas del final con la suspensión delantera rota cuando iba primero destacado. Fernando Alonso le superó y ganó la carrera.
Esta vez, sin embargo, llega dispuesto a romper su maleficio. Raikkonen ha logrado dos victorias consecutivas en Francia y Gran Bretaña -su tercer doblete en la fórmula uno- y ayer cerró la segunda sesión de entrenamientos libres con el mejor tiempo por delante de Lewis Hamilton, Massa y Alonso. "El equipo y yo necesitábamos estos dos éxitos", comentó el finlandés de 27 años. "Pero no nos conformamos. Podemos hacer un hat-trick. Y espero que llegue en este circuito, donde con McLaren nunca hice una buena carrera".
"Su fama de rompedor no está justificada. Es muy difícil romper un coche", explica Alonso
Su historial está repleto de abandonos. En su etapa en Sauber, en 2001, abandonó en siete de las 17 carreras que disputó, cinco veces por problemas mecánicos. Y cuando saltó a McLaren en 2002 todo el mundo veía en él al futuro campeón mundial. "Los problemas se han acabado", pensó él. Pero no fue así. Se mantuvo en la escudería de Ron Dennis hasta diciembre del año pasado y disputó 93 carreras, de las que no logró concluir 32, el 34%. Nueve veces sufrió accidentes o se vio involucrado en ellos. Pero en 23 ocasiones sus abandonos se debieron a causas mecánicas.
"Su fama de rompedor de coches no está justificada", afirma Alonso. "Es muy difícil que un piloto rompa un coche. Yo sufrí muchos incidentes mecánicos en Minardi y siempre se demostró que no era un problema mío sino piezas con defectos de fabricación". Y agrega: "Algunas veces nos entrenamos utilizando piezas usadas para comprobar hasta qué punto pueden aguantar. Y siempre se acaban rompiendo. No es un problema del piloto".
En el caso de Raikkonen, las circunstancias de sus abandonos se han diversificado de tal forma que a veces parecen inverosímiles. Ha tenido problemas en la transmisión, la dirección, los alerones y hasta el acelerador. A menudo se ha escuchado a Dennis afirmar: "Se ha roto una pieza que nunca antes se había roto. Es una incidencia puntual". Sin embargo, en 12 ocasiones se rompió el motor. Y había pocas excusas.
"Que Raikkonen es agresivo no es ningún secreto", afirma Pedro de la Rosa, compañero del finlandés en McLaren durante los últimos años. "Es muy rápido y gana las décimas subiéndose mucho a los pianos y utilizando toda la pista. Es duro con los chasis. Pero es lo único de lo que se le puede acusar. Romper un motor es prácticamente imposible para cualquier piloto. Los motores son muy duros y están limitados por la electrónica. Cuando te pasas de vueltas se encienden luces que te avisan y debes bajar el régimen. Lo que sí ha tenido es muy mala suerte".
Aparentemente, la mala suerte de Raikkonen se ha acabado. Desde que fichó por Ferrari sólo ha sufrido un problema mecánico en 10 carreras, un fallo eléctrico en el alternador que le obligó a abandonar en Montmeló. Lo demás no lo puede achacar a nadie: si no ha ido mejor es porque tuvo problemas de adaptación al coche y a los neumáticos Bridgestone. Pero eso, según él mismo, ya está resuelto. "Tengo un gran coche y somos competitivos. El título es posible", concluye.
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