_
_
_
_
Entrevista:STEVEN BERKOFF | Actor, director y dramaturgo

"Hamlet es un cobarde con un fondo de sadismo"

Jacinto Antón

Dos grandes regalos shakespearianos estos días: la reedición, por fin, en Alba, del mítico libro de Jan Kott Shakespeare nuestro contemporáneo que en su día editó Seix Barral y que ha alimentado a varias generaciones de actores y directores, y la nueva visita de Steven Berkoff con su excepcional one man show de malos de las obras del bardo. La cita con Berkoff y sus Shakespeare's villains, a todos los cuales -Yago, Ricardo III, Coriolano, Macbeth, etcétera- encarna él en solitario en una prodigiosa demostración de talento actoral, es mañana a las 21.30 horas en el Festival Shakespeare de Santa Susana. Berkoff (Stepney, Londres, 1937) contesta unas preguntas por teléfono desde Londres antes de viajar. Su voz, melosa e inquietante, como el ronroneo de un gran gato a punto de zamparse un pajarillo, es tan extraordinariamente corpórea que sobrecoge.

"Hamlet ama la muerte. Curioso afecto ese por una calavera"
"El peor malo de Shakespeare es Macbeth, porque sabe que lo es"

Pregunta. ¿Cuál es el peor de todos los malos de Shakespeare?

Respuesta. Bueno, todos los malos son muy malos, pero alguno es realmente diabólico. Posiblemente el peor es Macbeth, porque sabe lo malo que es y sin embargo no puede parar. En él se suman diversas maldades, la del juego político, la del misticismo. También revela lo peligroso que es escuchar a una mujer.

P. Eso suena algo misógino.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

R. Es Shakespeare el que habla así, algo lo era. Y no olvide que Macbeth se mueve influido por Lady Macbeth y las brujas.

P. ¿Y es peor que Ricardo III?

R. Sí, aunque Ricardo mata más gente.

P. Pone entre sus malos a Hamlet, nuestro dulce príncipe.

R. Sí. Shakespeare parece en cierta manera confuso con el personaje. Empieza siendo muy religioso y honesto, una persona decente. Pero luego se vuelve algo corrupto, indiferente, rudo. Demuestra poco afecto por los demás, nadie parece importarle. Mata a Polonio y no experimenta ningún remordimiento. Le vemos totalmente insensible. Y además es un cobarde, tiene la oportunidad de matar al rey y no lo hace, lo aplaza. Incluso tiene un fondo de sadismo.

P. Su peor pecado es quizá el trato a Ofelia.

R. Así es. Cuando estás mucho tiempo en compañía de Shakespeare descubres cosas extrañas. Hamlet está enamorado de la muerte. Sólo expresa compasión y sentimiento cuando habla de alguien muerto. Únicamente cuando Ofelia está muerta, en la tumba, muestra amor hacia ella, pero cuando vivía... O con Yorik, curioso afecto ese por una calavera. Sólo expresa sentimiento con la muerte o sobre la muerte. Con la excepción de Horacio.

P. Tiene usted una obrita muy conmovedora sobre los amores de Hamlet y Ofelia, The secret love life of Ophelia, una maravillosa pieza de teatro epistolar.

R. Es una obra sobre el amor que no puede ser expresado.

P. ¿Justifica en ella a Hamlet?

R. De hecho, no, lo siento. Mi obra es sólo sobre un hombre incapaz de manifestar su amor, porque está casado. Es un símbolo de una situación y, me temo, algo biográfico.

P. Más allá de haber actuado en un filme de Rambo y en otro con Van Damme, que ya es cine, trabajó usted con Kubrick. Hizo del brutal policía que interroga a Alex en La naranja mecánica.

R. Así es.

P. ¿Y en Barry Lyndon?

R. El que se bate en duelo con espada con él.

P. Dice que el mimo le ha formado mucho.

R. Sí, lo adoro, te da una enorme libertad para manejarte en escena, y te ayuda a pensar. Trabajé con Lecoq.

P. Grotowski también le ha influido.

R. Me influyó su devoción por un teatro totalmente desnudo, algunas de sus obras me impresionaron mucho.

P. No le habrá dado por comer muchos huevos, como él postulaba.

R. No. Como tomates.

P. Artaud es alguien a quien se siente próximo.

R. Estoy fascinado por él. Fue un gran explorador, muy comprometido, no dudó en frecuentar caminos arriesgados.

P. Hasta la locura.

R. Cierto, pero en este oficio hay un elemento de locura que no es negativo si lo sabes controlar. Puedes conseguir mucho con ello.

P. Usted fue acusado de violación en 2001.

R. Eso acabó. Era falso. La que me denunció no estaba en sus cabales.

P. ¿Por qué ese amor por Shakespeare?

R. Es para el actor correr en el estadio olímpico. Como para el cantante, Verdi o Wagner. Cuando interpretas Shakespearete te hace sacar el talento que hay en ti. Su riqueza, su complejidad, su lenguaje... Te hace desarrollar el intelecto y el físico para dar lo mejor. Y hay una gran vida espiritual en Shakespeare.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_