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Reportaje:

Alonso, por fin, a gusto con su coche

El español se encierra en sí mismo para plantar cara a Hamilton y a los Ferrari, y afirma que ya se siente mucho más cómodo al volante

Metido de lleno en la segunda parte del campeonato, Fernando Alonso realizó ayer una novedosa declaración de intenciones en Nürburgring, donde el domingo se disputa el Gran Premio de Alemania, décima prueba del Mundial de F-1. Quiere inmunizarse, encerrarse en sí mismo, para plantar cara tanto a Lewis Hamilton, que le lleva 12 puntos de ventaja en la clasificación -y también a ciertas incongruencias que persisten en su propio equipo-, como a los dos Ferrari, a los que sigue viendo superiores en todos los circuitos.

"Lo que hago es tratar de llegar a cada circuito y trabajar lo mejor posible para intentar ganar el título", confesó Alonso. "Tengo buena comunicación con los ingenieros. Eso es lo que ocupa mi tiempo. Sólo pienso en ganar el Mundial, y tengo opciones porque ahora me siento cómodo al 100% con el coche y con los neumáticos, mucho más que en las primeras carreras, en las que muchos detalles aún se me escapaban". Aunque esta vez no quiso entrar en polémicas con el equipo, lo cierto es que la situación interna no ha cambiado en absoluto. Cuando se le preguntó sobre cómo se sentía en McLaren, superado ya el ecuador del campeonato, Alonso respondió: "Han cambiado cosas, pero bueno... Me siento bien". Y cuando se insistió al respecto, inquiriendo si recibía el trato que se había imaginado, agregó entre risas irónicas: "También, sí". Alonso sigue manteniendo su idea de que el trabajo que desarrolla en la puesta a punto del coche y en la telemetría es el que ha permitido a Hamilton ganar dos carreras, no bajarse del podio en nueve pruebas y liderar el campeonato. Pero después de Silverstone, donde superó a su rival más cercano, ha cambiado su estrategia y no quiere enfrentamientos directos. "¿El equipo se ha dado ya cuenta de quién es el más rápido?", le preguntaron. Y él no quiso entrar al trapo: "Pregúnteselo a Haug y a Dennis. Yo vengo, conduzco, cojo el avión y me voy".

¿Está a gusto en McLaren? "Han cambiado cosas, pero bueno... Me siento bien"
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Algo ha cambiado. Alonso se siente ahora mucho más seguro de sus opciones de título porque confía plenamente en su coche y está encontrando también la forma de trabajar con el equipo, aislándose cada vez más de todo lo que le envuelve. "Me costó adaptarme a los nuevos neumáticos", confesó hace sólo unas semanas. "Tuve que cambiar mi forma de conducir porque los Michelin me permitían entrar muy fuerte en la curva y después dar un giro brusco al final. Ahora, con los Bridgestone, eso es imposible. Hay que hacerlo todo con mucha más suavidad y de forma más gradual". Y ahora agrega: "Ya comprendo el comportamiento del coche y los neumáticos".

En el equipo ha encontrado también canales para jugar al gato y al ratón con Hamilton, dándole alguna falsa pista para provocar su error, como ocurrió en Silverstone, donde el británico confesó haber utilizado una configuración trasera de su coche distinta de la de Alonso que no le funcionó. "Me equivoqué", reflexionó. Y eso permitió al español arañarle dos puntos al concluir segundo y Hamilton tercero, a pesar de tener la pole position. Ayer, en el viejo trazado de Nürburgring, Alonso y Hamilton volvieron a aparecer juntos turnándose en la conducción del Mercedes S de 1927 con el que Rudolf Caracciola ganó la primera carrera de la historia de la marca alemana. Hubo sonrisas, pero poca cordialidad. Alonso recordó que esta vez le toca a él dar una vuelta más en la tercera tanda de la cronometrada, o lo que es lo mismo, realizar el último intento con menos gasolina. "Quiero la pole y salir a darlo todo para recortar puntos al primero y no perderlos con el tercero. Ahora debo arriesgar más". Lo demás no quiere que le afecte. Ni el caso de espionaje que convulsiona a McLaren y que ayer vivió un nuevo capítulo cuando una web desveló que Stepney había alertado a Coughlan en marzo sobre la hipotética irregularidad del suelo flexible de Ferrari.

Fernando Alonso y Lewis Hamilton, ayer en un Mercedes de 1927 en el circuito de Nürburgring.
Fernando Alonso y Lewis Hamilton, ayer en un Mercedes de 1927 en el circuito de Nürburgring.ASSOCIATED PRESS

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