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Imaz templa su discurso y dice que irá "de la mano" con Ibarretxe en el tema de la consulta

Mientras el lehendakari, Juan José Ibarretxe, de viaje en Guatemala para asistir a la quinta reunión del Foro de Biarritz en el que se debate sobre la cohesión social y la gobernabilidad en América Latina, guarda silencio en la polémica abierta sobre la consulta vasca y deja hacer a su portavoz, Miren Azkarate, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, empleó ayer su verbo más contemporizador.

Imaz dijo que, en el tema de la consulta, el PNV y el Ejecutivo vasco van a ir "de la misma mano", y que su intención con el artículo del pasado domingo -en el que se mostraba contrario a convocar ahora una consulta popular para no dar bazas a ETA- no era obstaculizarla, sino "poner un punto de seriedad" en el debate.

En el PNV no han sentado nada bien las andanadas de dirigentes de EA como Joseba Azkarraga, hombre fuerte de ese partido en el Gobierno vasco, o Rafa Larreina, pretendiendo definir el terreno político en el que se va a jugar el resto de la legislatura vasca: la consulta a la sociedad vasca y el derecho a decidir. Ni tampoco las declaraciones del líder de EB, Javier Madrazo, que sugirió un choque de trenes y legitimidades si el Congreso no acepta el derecho a decidir de los vascos.

No fue rectificar lo que ayer hizo el máximo líder peneuvista. Pero sí templó el discurso, consciente de que su artículo ha levantado polémica. Incluso entre los que le apoyan, algunos de los cuales cuestionan su oportunidad en un momento en el que el PNV pretende no exponer al público sus discrepancias internas como pasó durante el proceso de sucesión de Xabier Arzalluz a lo largo de todo 2003.

"No ceder" el timón a ETA

Josu Jon Imaz pretendió zanjar el terremoto que él mismo ha levantado con su artículo elaborado en la soledad del político y cuyo contenido desconocían todos en Lehendakaritza, cuartel general del presidente vasco. Y lo hizo anunciando en Euskadi Irratia (radio pública en euskera) que el PNV y el lehendakari "irán de la misma mano". Parafraseó a Ibarretxe al recordar que fue él quien puso como condición para alcanzar un nuevo acuerdo político en Euskadi que "superara o por lo menos igualara la mayoría que en su momento obtuvo el Estatuto de Gernika". Y eso sólo es posible, recordó Imaz, si hay un "acuerdo entre distintas sensibilidades", como él defiende y recoge el acuerdo de Gobierno del tripartito.

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El Ejecutivo recondujo en parte las cosas al referirse expresamente su portavoz, Miren Azkarate, a las exigencias previas de un acuerdo entre las fuerzas políticas y de ausencia de violencia, pero no las clarificó del todo, informa Isabel C. Martínez. Esto no ocurrirá, a tenor de las palabras de Azkarate, hasta que Ibarretxe explicite sus planes en el debate de política general de septiembre. Mientras tanto, Azkarate abogó por "no ceder" el timón a ETA y plantear políticas "de esperanza y futuro".

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