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Reportaje:

El indulto se asoma de nuevo

La Audiencia Nacional propone rebajar un año la pena a un reo víctima de un error

La Audiencia Nacional ha propuesto un indulto parcial de un año para José M. V., el preso condenado por falsificación de moneda a quien el año pasado el Ministerio de Justicia comunicó equivocadamente, debido a un error mecanográfico, que se le había concedido esa medida de gracia. El recluso, un guardia civil en la reserva condenado a ocho años de prisión por la Audiencia Nacional por falsificar moneda, pasó medio año esperando en vano abandonar la cárcel, tras recibir la notificación de que había sido indultado.

Las ilusiones de José M., que cumple condena en la cárcel Quatre Camins de La Roca del Vallés (Barcelona), se truncaron al recibir otra carta en la que Justicia le advertía de que el indulto le había sido concedido equivocadamente "debido a un error de tipo mecanográfico en la transcripción del informe". Ahora, más de un año después de esa segunda misiva, la Audiencia propone al Gobierno que conceda un indulto parcial de un año a José M., que, si obtuviera esa gracia, estaría a sólo dos años de conseguir la libertad definitiva y lograría la condicional de forma inmediata, según su abogado, Jordi Sandalinas.

Las autoridades carcelarias aseguran que durante este tiempo el reo ha mostrado una conducta "adaptada a la normativa, con ausencia de expedientes disciplinarios en toda la condena", con la excepción de uno que se le abrió en abril de 2003 por la posesión de un teléfono móvil, y que ya ha sido archivado. Aún así, no se le ha concedido ningún permiso de salida desde su ingreso, pese a no estar implicado en delitos de sangre ni ser un penado peligroso.

El letrado de José M. solicitó por primera vez su indulto parcial en octubre de 2004 con la mediación del Defensor del Pueblo, petición que llegó al Consejo de Ministros el 9 de diciembre de 2005. El 23 de enero del año pasado, el Defensor del Pueblo envió una carta al guardia civil en la que a su vez le remitía un escrito de Justicia, firmado por el secretario de Estado, Luis López Guerra, que le anunciaba que el Gobierno le había concedido el indulto. Desde entonces, el recluso vivió sus días en la cárcel con la ilusión de salir en libertad, pero el tiempo pasaba y la autorización no acababa de llegar. Ante la falta de respuesta, el letrado pidió explicaciones al Defensor del Pueblo, que en febrero de 2006 le hizo llegar una segunda carta en la que le confirmó que, "sin duda", el indulto le había sido concedido. No fue hasta mayo de 2006 cuando el abogado recibió una tercera notificación que le advertía de que no se le había otorgado el indulto solicitado, con el añadido: "Lamentamos los perjuicios que este error, ajeno al Defensor del Pueblo, le pueda haber causado".

En otra carta, remitida poco después, Justicia respondió al desolado J. M. V. que el indulto le fue concedido equivocadamente debido a "un error de tipo mecanográfico en la transcripción del informe", sin especificar de qué fallo se trataba.

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