Socialistas y nacionalistas toman el mando, por primera vez, en la Diputación de Lugo

Hace 12 años el PSdeG se marcó un objetivo que parecía un hito inalcanzable: apear de la presidencia de la Diputación de Lugo al Partido Popular. Ayer, los socialistas vieron cumplido ese objetivo cuando Xosé Ramón Gómez Besteiro, un abogado de 39 años, se hizo con el mando que de forma ininterrumpida, durante los últimos 24 años, tuvo en sus manos Francisco Cacharro, ausente en la sesión de investidura. En el salón de plenos había más miembros del PSOE que nunca entremezclados con los del BNG, las dos formaciones que el viernes alcanzaron un pacto de gobierno.

Enfrente, las caras de circunstancias de los 11 diputados electos del PP constituían la imagen de quienes llevan asimilando la derrota desde la noche del 27-M. Los populares, que aspiraban con Barreiro a continuar al frente de la institución, se dejaron en esa jornada cuatro diputados y, con ello, la mayoría absoluta.

"La sociedad reclama nuevas formas de hacer y concebir las políticas y hay volunta de cambio. Abriremos esta institución a la ciudadanía para sentar nuevas bases y tender puentes de entendimiento entre todos los que estamos implicados en el progreso de esta provincia". Así resumió el nuevo presidente los objetivos de quienes ahora ocupan los sillones de gobierno en el Palacio de San Marcos.

Fue un discurso de intenciones en el que Besteiro procuró obviar las referencias al pasado. "No soy de los que creen que todo vuelve a comenzar con la llegada al gobierno de la Diputación de Lugo". "En la tarea que los socialistas y nacionalistas emprendemos", añadió, "no debemos empezar de cero".

Gómez Besteiro anunció los cuatro principios que marcarán "el rumbo" de la institución: la cooperación con los ayuntamientos, la proximidad con la ciudadanía, la transparencia y el "respeto" a la pluralidad política. También avanzó las "prioridades políticas": innovación, calidad y creatividad; sustentabilidad y equilibrio territorial; modernización de la administración local y redacción de un plan estratégico provincial.

"Día histórico"

Con una cita de Castelao ("O verdadeiro heroísmo está en transformar os desexos en realidades e as ideas en feitos"), Besteiro dio por concluida una sesión en medio de calurosos aplausos. La primera felicitación llegó del que será el nuevo líder de la oposición, el popular Xosé Manuel Barreiro. Luego se fundió en un abrazo con el que fue su mentor político, el alcalde de Lugo, Xosé Clemente López Orozco. El gobierno de la diputación luguesa se asentará sobre ocho grandes áreas de las que seis estarán gobernadas por el PSOE y dos por el BNG, en función de su representación de 11 y 3 diputados, respectivamente.

"Día histórico" fue la expresión más repetida por los asistentes. El secretario de organización del PSdeG, Ricardo Varela, se congratuló porque la "apuesta" por Gómez Besteiro fue "acertada". El conselleiro de Innovación e Industria, Fernando Blanco, ex portavoz del BNG en la institución provincial, recordó que él ya había "profetizado" que el PP "acabaría perdiendo la mayoría". Blanco dijo que la diputación comenzará a ser "una institución de todos. Ése es el reto: abrirse a la ciudadanía y servir a los ayuntamientos".