Donde dije digo, digo Diego

Dicen que de sabios es rectificar. También, que vivir es olvidar. Las hemerotecas, sin embargo, son un antídoto pertinaz contra el olvido. Basta con acudir a ellas para ver que la mayoría de partidos mantienen hoy posiciones diferentes sobre el paso del AVE por la ciudad que hace un lustro.

Empezando por el PSC, el partido que ocupa ininterrumpidamente la alcaldía de Barcelona desde 1979. Los socialistas empezaron defendiendo la construcción de un túnel submarino por el litoral y luego, que éste atravesara la calle de Provença. Cuando el Ministerio de Fomento, dirigido entonces por el PP, decidió que el AVE entraría a Barcelona por Sants acabaron aceptando el AVE por el Eixample como el trazado más lógico.

CiU ha defendido siempre que el tren superrápido pasara por el Vallès. En un momento dado, aceptó la solución del Eixample, siempre que tuviera una parada en Gràcia, lo que nunca prosperó. Hoy sigue defendiendo la opción del Vallès y se opone al Eixample.

Para el PP es pertinente la frase que pronunció su antiguo presidente, Manuel Fraga, de que "la política hace extraños compañeros de cama", al menos en este asunto, porque ha acabado alineado en este tema junto a ERC en contra del equipo de gobierno municipal. El trazado por el Eixample lo aprobó el antiguo Gobierno del PP con el entonces ministro de Fomento Francisco Álvarez Cascos a la cabeza. Hoy propugna el paso del tren por el litoral.

ERC también ha mutado de posición. Cuando estaba en el Gobierno de la ciudad defendió lo que proponía el equipo municipal. Ahora apoya que el tren rápido pase por la calle de Aragó haciendo otro túnel por debajo del ya existente, que tapó en los años cincuenta la célebre rasa, la zanja que asoma en las páginas de todos los libros de fotografías de la Barcelona de antes.

ICV no estaba a favor del AVE y apostaba por reforzar los trenes actuales, sobre todo de Cercanías. Ahora asume que pase por el Eixample.