Bellísimo ahogado
Estudio de E. Pogosiants.
Priokskaja Pravda, 1968.
Uno de los factores que convierten un estudio en impresionante y muy atractivo es que el enunciado parezca muy difícil, como mínimo. En este caso parece imposible: ¿cómo pueden impedir las blancas que el peón negro corone, apoyado por el alfil y el rey? Lo primero que se nos ocurre es alguna virguería del caballo; que pueda saltar, quizá ayudado por el sacrificio del peón de e6, amenazando en el mismo salto al alfil y al peón, o algo así. Pero pronto concluimos que el peón negro es demasiado rápido, y su coronación será rentable, incluso a costa del alfil. Nos acordamos entonces de un recurso muy frecuente en los finales artísticos para hacer tablas en situaciones desesperadas: el rey ahogado. Pero, ¿cómo vamos a ahogar al rey si la casilla a1 es negra, y el alfil también circula por negras? Sí, parece imposible, pero no lo es. Hay una solución, sumamente bella, por supuesto: 1 Cf6 (el camino más rústico no sirve: 1 e7?, A - e7 2 Cc7, a3 3 Cd5, a2+ 4 Ra1, Aa3, y mate a la siguiente; tampoco funciona un método más sibilino: 1 Cg7?, A - g7! 2 e7, a3 3 e8=D, a2+ 4 Rc1, a1=D+ 5 Rd2, Ac3+ 6 Rd3, Dd1+ 7 Re3, De1+ 8 Rd3, Dd2+! 9 Re4, De2+ 10 Rd5, D - e8, ganando) 1... a3 2 e7!, a2+ (la otra variante también lleva a un precioso ahogado: 2... A - e7 3 Ce4, a2+ -o bien 3... Ab4 4 Ra1, a2 5 Cd2+!, A - d2, ahogado- 4 Ra1, Ra3! 5 Cc3, Af6, ahogado) 3 Ra1, Ag7 4 e8=C!, Ah8 (todos los esfuerzos de las blancas parecen ahora baldíos; pero aquí viene el mágico toque final; tampoco valía 4... Ah6 por 5 Cd6, Ac1 6 Cc4, tablas) 5 Cg7!!, Axg7, tablas por ahogado.
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Correspondencia: ajedrez@elpais.es
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