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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Pícaros, divertidos y con recursos

La selección española sub 20 alcanza los cuartos del Mundial tras ganar a Brasil

Jordi Quixano

En el autocar, de camino al Swangard Stadium de Burnaby (Canadá), pusieron el CD que grabaron el día anterior. Al ritmo de La mano de Dios o de Paquito Chocolatero, la selección española sub 20 se animó, se contagió de la algarabía y salió al campo con ganas de gustarse. Pero los rivales, el siempre favorito Brasil, habían hecho lo propio con samba. Y golpearon por dos veces. Insuficiente para desdibujar a España, que realizó un ejercicio fundamentado en el trasiego de las bandas. Al tiempo que se atrabanca en la medular con el balón en los pies, la selección rompe por los costados. Lo hace de maravilla. Remontó a Brasil (4-2 en la prórroga) y ya está en los cuartos de final. Aguarda la República Checa (mañana, 17.45 hora española).

ESPAÑA 4 - BRASIL 2

España: Adán; Barragán (Toni Calvo, m. 77), Marc Valiente, Piqué, Crespo; Sunny (Bueno, m. 71), Javi García; Capel, Mata, Marcos (Granero, m. 63); y Adrián López.

Brasil: Cassio; Amaral (Eduardo, m. 70), Luizao, Edson, Marcelo; Roberto, Ji Paraná; Leandro Lima, William (Carlos Eduardo, m. 63), Jo (Luiz Adriano, m. 61); y Alexandre Pato.

Goles: 0-1. M. 38: Leandro Lima. 0-2. M. 41: Pato. 1-2. M. 43: Piqué. 2-2. M. 84: Javi García. 3-2. M. 102: Bueno. 4-2. M. 121. Adrián López.

Árbitro: Martin Hansson (Suecia). Expulsó por doble amonestación a Leandro Lima (m. 105) y mostró la tarjeta amarilla a Crespo, Piqué, Calvo, Pato, Roberto, Luizão y Edson.

Swangard Stadium de Burnaby. 10.000 espectadores. Partido de octavos de final.

España practica un 4-2-3-1 en el que los laterales se prodigan en ataque, uno de los mediocentros busca las segundas jugadas, los volantes capitalizan el juego y el delantero remata. Brasil, que ya había perdido ante EE UU, salió al campo con los colmillos afilados y, antes de alcanzar la primera parte, Leandro Lima y Pato sonrojaron a Adán. Alto y de gran envergadura, Adán gobierna el área con sus gritos y sus reflejos. "No tiene pegas, es bueno en todo", concedían ayer telefónicamente, a primera hora de la mañana, Bueno y Granero, sus compañeros del Madrid. España reaccionó. Un pase largo de Mata acabó en Piqué, que bordeaba el fuera de juego y que empujó el balón con la mano y la cabeza.

El descanso fue clave. "El mister nos animó y nos invitó a seguir jugando con frescura, con imaginación", cuenta Valiente. Luego, Javi García, Piqué y Adán agitaron a sus compañeros con unos gritos. "Era el momento de tirar del equipo", reconoce Piqué. Y España jugó como sabe. Los dos laterales alternaron carreras por el costado -Crespo, por la izquierda, es todo potencia; Barragán, por la derecha, tiene más toque pero a veces se adormila en ataque- y los centrales sacaron limpio el balón desde atrás. "Valiente y yo nos conocemos del Barça y eso se nota", conviene Piqué. Aunque tuvieron problemas por arriba.

A España le cuesta dominar los partidos en el eje. Aunque Sunny tiene criterio y Javi García ayuda con su poderío físico y su olfato, el balón no circula lo rápido que quisieran. "Pero tenemos muchos recursos", esgrime Adrián. Como el propio Javi García, que no pidió pasos en una falta directa y coló el cuero cuando los rivales estaban descolocados, a falta de seis minutos. El dos a dos soliviantó la confianza y reafirmó en la prórroga el estilo de la selección. "Siempre nos apoyamos en las bandas", reconoce el equipo. Ante Brasil no fue distinto. Capel, por la izquierda, es un pelo chupón pero muy desequilibrante. Tras una buena carrera, puso el balón a Bueno, que llegaba desde atrás. "Fue un centro perfecto", le elogia Bueno. Mata, con sus pases verticales, y Marcos, con sus diagonales por la derecha, ningunearon a Brasil, que bajó los brazos. Hasta que Adrián, que lidera la clasificación del máximo goleador con cinco dianas, remató la faena. "Ginés me pide goles y eso es lo que hago. Mi trabajo, además de tapar la salida contraria desde atrás, es marcar. Por eso estoy contento", reflexiona el ariete.

Entre partidas a la pocha, retos a la PSP y reuniones en las habitaciones de Piqué y Mario y de Mata y Bueno, la selección se divierte tanto como juega. "Ganar este partido les dará mucha confianza y, posiblemente, crecerán a medida que avanza la competición", reconoce el máximo responsable de las categorías inferiores de la selección, Iñaki Sáez. "Lo importante no es ganar, sino que crezcan los jugadores", admitió el seleccionador Ginés Meléndez; "y ante Brasil han crecido 400 pisos".

Javi García es felicitado por Marc Valiente y Adán.
Javi García es felicitado por Marc Valiente y Adán.JEFF VINNICK (EFE)

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