Ópera y suicidio en directo

Después de subir al escenario del Teatro Real en numerosas ocasiones, el tenor Plácido Domingo baja este sábado al foso por primera vez y debuta como director musical de la ópera Madama Butterfly, de Puccini. "Es una satisfacción personal venir a Madrid a dirigir, porque hasta ahora sólo había venido a cantar. Además, a muchos de los músicos les conozco desde hace más de 20 años y eso se nota", explica el tenor.

Para él, dirigir significa "conmover al público a través de lo que tienes en las manos: el coro, la orquesta, los cantantes. En tu mente ves lo que quieres escuchar, y si segundos después se transmite eso y conmueve al espectador, es lo más importante", describe con un constante movimiento de manos, mientras canta algunas estrofas de ópera. En su caso, profundizó en el universo de Puccini como director más que como tenor y admira sobre todo su capacidad para conmover. "Algunos críticos creen que es muy "facilón" porque con dos frases hace llorar al público. Yo creo que muchos compositores querrían tener el mismo defecto", afirma.

El reestreno de esta versión de Madama Butterfly -creada en 2002 por el director artístico Mario Gas- podría batir récords de audiencia en el Teatro Real. La función del sábado no sólo se retransmitirá a partir de las 21.50 en las pantallas de la plaza de Oriente, sino también de forma gratuita en una sala de cine del Kinépolis de Pozuelo de Alarcón. El teatro pretende continuar la próxima temporada con esta experiencia piloto, llamada "Ópera en el Cine" para emitir vía satélite las representaciones en 20 salas españolas que disponen de tecnología digital.

Tragedia en directo

La elección de Madama Butterfly para el estreno multimedia se enlaza con la puesta en escena concebida por Mario Gas como un plató cinematográfico de los años treinta. Entre cámaras -reales y ficticias- transcurre la trágica historia de la geisha seducida y traicionada por un militar estadounidense, que finalmente termina con su vida cortándose la garganta en presencia de su hijo.

Para el rol de Cio-Cio-San (Madama Butterfly) se alternarán las sopranos Cristina Gallardo-Domas y la italiana Micaela Carosi, sorprendidas ambas por el trabajo de Gas. "Lo que más me ha llamado la atención es la combinación de teatro y cine que plantea, de un modo que me hace sentir muy cómoda sobre la escena", señala Gallardo-Domas, conocida internacionalmente por su interpretación de este rol, que de momento interpretará hasta 2009. La soprano Carosi, por su parte, destaca un respeto a los cantantes que no ha encontrado en otros teatros: "Ha sido un trabajo muy bello y constructivo, donde no se ha hecho una ópera homologada, sino que se respeta el valor de cada cantante, para que cada uno brille con su propia luz. Eso sólo lo he visto aquí".

Mario Gas explica su truco para conseguir esta complicidad: "No soy de los que dicen 'Mira, he pensado en mi casa esto y es lo que se va a hacer, y si no se hace, o se va usted o me voy yo'. Personalmente creo en la interacción con los artistas".

La estrecha colaboración se extiende a la dirección musical gracias a la experiencia de Plácido Domingo como tenor, quien asegura que aprovecha su forma de cantar cuando dirige y su forma de dirigir al cantar: "Los años de experiencia te permiten anticiparte y facilitar las cosas a los artistas. Tú sientes cuándo el fraseo debe ir más rápido o más lento, cuándo el cantante necesita que estés ahí".