Los partidos acentúan la 'guerra de nervios' para gobernar en Álava

Socialistas, peneuvistas y populares mantienen desde hace semanas una guerra de nervios con el objetivo de debilitar al contrario para acabar gobernando finalmente en la Diputación de Álava. El líder del PSE, Patxi López, sacó ayer pecho en la negociación que mantiene su candidato, Txarli Prieto, con el PP y dijo que ve "muy difícil" un acuerdo con los populares. El PNV vinculó la negociación a lo que finalmente pase en Navarra.

Los tres partidos saben que tienen un amplio margen de tiempo en la negociación y que la última pieza de cómo va a quedar finalmente el mapa de pactos en el País Vasco y Navarra será precisamente la Diputación de Álava. El plazo para la primera votación para elegir al diputado general alavés no vence hasta el próximo 26 de julio. Y aún quedan más de dos semanas para cerrar un acuerdo.

Previsiblemente, quien mantenga la sangre fría en la guerra de nervios abierta entre las tres formaciones estará mejor situado para gobernar Álava. Mientras la negociación se sucede entre bambalinas, y las sedes de Ferraz (PSOE), Génova (PP) y Sabin Etxea (PNV) no son ajenas a las conversaciones, los partidos sacan a sus líderes a pasear para dejar claros sus máximos de la negociación. Pero no siempre (de hecho, casi nunca), las claves de la misma suelen encontrarse en las declaraciones, administradas con cuentagotas por las formaciones políticas, cuando los partidos en liza se miran unos a otros de reojo.

En ese marco de juego, el secretario general de los socialistas vasco, Patxi López, aseguró ayer en Radio Euskadi que su partido no apoyará "en ningún caso" al PP para gobernar Álava, ni a su candidato, Javier de Andrés para presidir la Diputación. López declaró que es "muy difícil entenderse" con los populares, un partido que "ha cruzado las líneas rojas de la decencia política" por, entre otras cosas, haber "acusado al PSE-EE de "traicionar a las víctimas o de rendirse ante" ETA.

El problema de este tipo de declaraciones -repetidas en el tiempo por parte de los dirigentes socialistas en los últimos meses- es que esa crítica general no impide a los socialista llegar a acuerdos puntuales con el PP. Ayer la alcaldesa de Basauri, la socialista Loly de Juan, presentaba en el salón de pleno del consistorio el acuerdo de gobierno con el edil popular, José María Agüeros, bendecido por dos representantes de la dirección de ambos partidos: Iñaki Egaña (PSE) y Antón Damborenea (PP). Socialistas y populares tiene abierta una negociación en Portugalete, donde Mikel Cabieces puede acabar también pactando con el PP. Damborenea, con todo, preciso ayer que la negociación está aún muy verde tanto en Portugalete como en Barakaldo, donde gobierna en minoría Tontxu Rodríguez (PSE).

Mientras esos acuerdos van cuajando en la Margen Izquierda, el PNV alavés, por boca de su líder, Iñaki Gerenabarrena, afirmó que "lo que ocurra en el Gobierno de Navarra tendrá una influencia determinante en Álava". Si el PSE ha ofrecido hace semanas un acuerdo al PNV sin tripartito, y con Prieto como diputado, Gerenabarrena reiteró que su partido "no se plantea una propuesta que no pase por el tripartito".