Rojo, punto y aparte
La carrera de Silverstone demostró que Ferrari vuelve a estar un punto por encima de McLaren y que entre estas dos escuderías y el resto hay, si no un abismo, un buen trecho. Ya se pudo observar antes de la prueba de Magny Cours, donde Ferrari estrenó innovaciones aerodinámicas y retoques en la suspensión de sus coches. Esos cambios le han dado un resultado excelente. En los dos últimos grandes premios ha demostrado que, en carrera, es muy superior a McLaren. Lo es en cuanto a estrategia y porque está obteniendo el mejor rendimiento de los neumáticos Bridgestone, algo que no se vio en Mónaco, Canadá y Estados Unidos. Tal vez en la calificación las cosas están más igualadas. Aunque Hamilton logró la pole position, Raikkonen, de no haber sido por el pequeño error que cometió, también podría haberle superado.
Ferrari ha sabido reaccionar ante la desventaja que evidenció en ciertos momentos de la temporada. Lo prueba también la sensacional carrera de Massa. Saliendo desde el pit-lane, desde la 22ª posición, concluyó quinto. La remontada es tanto más valorable por el circuito en el que se produjo. No es fácil adelantar en Silverstone. Massa efectuó una magnífica labor, pero es obvio que disponía de un coche que volaba. Sólo hay que ver la velocidad punta que alcanzó. Si Massa no hubiera sufrido un problema en la salida, es probable que se hubiera producido un nuevo doblete de Ferrari.
Para juzgar a los pilotos hay que tener perspectiva. No basta con un par de carreras. Raikkonen estuvo impecable, aunque Alonso se equivocó al adelantar y hacer tan corto el primer repostaje. Le valió para ponerse el primero, pero después tuvo que cargar mucha gasolina. Raikkonen voló y le sobrepasó en la segunda parada. Tras los comentarios sobre si era el piloto idóneo para relevar a Schumacher, es importante para él haber logrado su segundo triunfo consecutivo. Le ayudará muchísimo a mejorar su mentalidad ganadora. También se criticó mucho al principio a Kovalainen, pero de nuevo estuvo por delante de su compañero Fisichella. Renault solventa poco a poco sus problemas y todavía no son competitivos, pero sí constantes. Kubica realizó un carrerón y se está consolidando como el primer piloto de BMW, una escudería que trabaja a la perfección en su objetivo de ser la tercera en discordia, dada la superioridad de Ferrari y McLaren. Tal vez la de Silverstone fue la primera carrera en que vimos a un Hamilton no tan competitivo. Empezó bien, pero después se vino abajo.
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