Un arresto incómodo
El hijo de Al Gore, detenido por exceso de velocidad y por llevar marihuana
Le dieron el alto, el coche se detuvo y le invitaron a apearse. Entonces la policía olió algo sospechoso: el inconfundible olor del porro. Marihuana. No sólo el sospechoso había violado las leyes de velocidad de ese condado, sino que estaba en posesión de Valium, Xanax, Vicodin y Adderall, además de 28 gramos de marihuana. El Adderall se prescribe para problemas de déficit de atención. Los demás son ansiolíticos y antidepresivos para los que es necesaria una receta médica. El detenido no tenía.
Conducía un modelo de Toyota que se anuncia como "respetuoso con el medio ambiente"
Al Gore III, hijo del ex vicepresidente de EE UU Al Gore, fue detenido el pasado miércoles por posesión de marihuana, después de que la policía le persiguiera con sus sonoras sirenas por exceso de velocidad, según informó la oficina del sheriff de Orange County. El detenido, de 24 años, iba a 160 kilómetros por hora por una autopista de Los Ángeles en su híbrido Toyota Prius de color azul (se anuncia como "respetuoso con el medio ambiente"), la revolución del mercado estadounidense: el 57% de los que lo compran declara hacerlo porque "dice algo" sobre ellos. El Prius se ha convertido en un símbolo de estatus, en una declaración de principios similar a llevar la pulsera amarilla contra el cáncer. Sólo el 25% dice conducir un Prius porque reduce las emisiones de monóxido de carbono.
Un coche "amable con el medio ambiente", pero no exento de las reglas de circulación, extremadamente duras en EE UU. Un hijo de un vicepresidente, pero no ajeno a la ley. Gore conducía al doble de velocidad permitido en ese tramo. Y en posesión de marihuana y otras sustancias tóxicas.
El arresto es una publicidad incómoda para el antiguo número dos de Bill Clinton. En plena campaña de promoción de sus conciertos Live Earth, Al Gore, último Príncipe de Asturias de Cooperación, aparecía ayer serio en la NBC, donde tenía una cita hace semanas para publicitar su lucha por salvar el planeta. Aprovechó para zanjar el tema de la detención de su hijo. "Está recibiendo tratamiento y esperamos que se recupere pronto", dijo el preocupado padre. "Le queremos mucho y queremos que sea algo estrictamente privado", concluyó Gore, a quien el presentador obedeció y pasó a la siguiente pregunta.
Será difícil que la noticia se quede en el ámbito familiar. Gore sigue contestando con media sonrisa, a veces irritado, las menos divertido, la mayoría con voz de paciencia cada vez que se le cuestiona sobre si planea un sorpresivo asalto a la carrera presidencial junto al Partido Demócrata. Contesta con paciencia de forma voluntaria desde que decidió convertirse en estrella cinematográfica recompensada con un Oscar por su documental Una verdad incómoda, que expone los dramáticos efectos del cambio climático. Con menos paciencia cuando se trata de la detención de su único hijo varón.
Al Gore III tiene antecedentes. En 2003 fue detenido también por posesión de marihuana cuando era estudiante en la Universidad de Harvard. Entonces completó un programa como parte de la sentencia. En la actualidad vive en Los Ángeles y es editor asociado de Good, una revista filantrópica enfocada a la juventud.
Gore III fue fichado en la comisaría de Santa Ana (California) como cualquier detenido y encerrado en una celda con otros arrestados. Después de pagar una fianza de 20.000 dólares (14.700 euros), fue puesto en libertad. "No hay con él privilegios especiales", declaró a la agencia Reuters Jim Amormino, portavoz del sheriff.
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