Una ley por la vía urgente

La tramitación por la vía de urgencia del proyecto de ley anunciado ayer ha caído como un jarro de agua fría en la oposición. Los dos partidos, PSOE e IU, se preguntaban a qué venía tanta urgencia. El vicepresidente regional, Ignacio González, sólo confesó tras esa cuestión que el Ejecutivo no quiere que sigan tramitándose desarrollos urbanísticos que "incidan en las mismas cosas que han sido objeto de debate en la legislatura pasada". Pero eso tampoco aclaraba mucho.

"Si es urgente en julio debía serlo también hace meses ¿Por qué el PP no lo tramitó correctamente la legislatura anterior?", se preguntaba el diputado socialista Modesto Nolla, que no quiso pronunciarse sobre el fondo del proyecto de ley porque lo desconoce. Sin embargo, sí cuestionaba que pudiera aprobarse la ley en dos plenos sin elaborar una ponencia o discutir en comisión.

También echaba de menos el dictamen del Consejo Económico y Social (CES), que es vinculante, y la posición de la Federación de Municipios de Madrid (FMM). "Hay una precipitación injustificada, máxime cuando el Gobierno de Aguirre se ha caracterizado en los últimos cuatro años por su poca productividad legislativa", subrayó.

También el alcalde de Fuenlabrada y vicepresidente de la FMM, Manuel Robles, consideró "precipitada" la tramitación, sin que la federación conociera la ley. "Quieren meter por la puerta de atrás la elaboración de una nueva Ley del Suelo, sin que sea discutida con los agentes afectados y debatida en la Asamblea", zanjó.

"Aunque a priori parezcan beneficiosas algunas de las medidas, hacer esto sin contar con los ayuntamientos es una barbaridad", consideró también la portavoz de IU en la Asamblea, Inés Sabanés. "En una primera visión, creo que el proyecto contempla elementos complejos que requerirían más tiempo de tramitación".