La Zona Franca desmantela las empresas que creó el PP para eludir los controles

La Zona Franca de Cádiz quiere deshacerse este año del lastre que suponen sociedades que se crearon bajo el mandato del PP, sobre todo a partir del año 2000. Los actuales gestores tienen intención de liquidar la Corporación Alimentaria Quality, la sociedad informática Rilco, Inmobiliaria Zona Franca y el Parque Empresarial Las Salinas. Todas ellas fueron creadas bajo la gestión del ex delegado Manuel Rodríguez de Castro y continuaron con su sucesor Miguel Osuna. Este entramado escapaba del control del pleno y del comité ejecutivo responsable de la Zona Franca.

La Zona Franca va a intentar cerrar este año un ambicioso programa de reestructuración que suelte el peso dejado por los anteriores delegados, cuya gestión, según los datos facilitados por los actuales responsables del recinto fiscal, ha provocado un agujero económico de 36 millones de euros. El plan no contempla despidos y se venderá patrimonio para tratar de ganar hasta 60 millones.

Además el organigrama se reducirá a la mínima expresión. Habrá una única sociedad matriz, Desarrollos Empresariales Zona Franca, de la que dependerá toda la actividad encaminada a generar empleo y atraer inversiones a la provincia de Cádiz. De ella dependerán sólo unidades de negocio muy concretas, como las que asumirán los aparcamientos o los servicios documentales, y otras sociedades participadas por otros entes, como la que se creará con el Ayuntamiento de Cádiz para desarrollar proyectos en el recinto exterior.

Procesos judiciales

Es intención de la Zona Franca que el resto de sociedades actualmente existentes vaya desapareciendo. Esta medida afectará concretamente a cuatro, aunque dos de ellas no podrán ser liquidadas a corto plazo porque tienen abiertos procesos judiciales que impiden desmantelarlas hasta que haya una sentencia. Es el caso de la Corporación Alimentaria Quality y la sociedad informática Rilco.

La Corporación Alimentaria Quality S.A. nació en marzo de 2003 para agrupar otras sociedades preexistentes. La primera fue Quality Food Industria Alimentaria S.A.U., nacida en agosto de 2000 cuando la Zona Franca, a través de su sociedad instrumental Sogebac entró en el accionariado de una incipiente compañía de comida prefabricada que entonces lideraba el empresario Manuel García Gallardo.

En aquella fecha el delegado era Rodríguez de Castro. En 2002, ya con Miguel Osuna al frente, Zona Franca amplió capital al 23% y llegó al 52% en diciembre de 2003, en una decisión que, según ha concluido el Tribunal de Cuentas, puso en riesgo el 60% del patrimonio del recinto fiscal gaditano. De la Corporación Alimentaria Quality dependen también las sociedades Quality Service Gestión de Servicios Integrales S.A.U. y Quality Fish Industrias Pesqueras S.A.

En el año 2000, bajo el mandato de Rodríguez de Castro, se creó Rilco, una sociedad cuyo objeto social era crear una red informática para la transmisión de datos y operaciones de comercio electrónico, que nunca llegó a funcionar. Este caso y el de Quality están siendo analizados en dos juzgados de Cádiz, por lo que su liquidación definitiva tendrá que esperar.

Zona Franca sí tiene previsto desmantelar antes de acabar el año las otras dos sociedades. Inmobiliaria Zona Franca fue otra idea de Rodríguez de Castro. La creó en diciembre de 2000 para la promoción inmobiliaria de suelo industrial y oficinas, una tarea que podrá ejercer la matriz Desarrollos Empresariales Zona Franca, sin necesidad de contar con una sociedad específica.

Lo mismo ocurrirá por Parque Empresarial Las Salinas, cuya totalidad de acciones tiene Zona Franca desde 2002. Se creó para vender suelo y levantar oficinas en El Puerto de Santa María. Ya apenas tiene actividad. Sólo quedan por ocupar 23.000 metros cuadrados.