'El Niño' se va de casa

Raúl García, Abbiati, Forlán, Cléber Santana, Luis García... "Y todavía faltan Quaresma o, en su defecto, Simão y un lateral", insisten en el Atlético. Todo vale para acallar el malestar de la afición. Todo sirve para desviar la atención de Fernando Torres. Su salida del club rojiblanco, tras varios veranos de idas y venidas, no es el runrún de siempre de las tertulias estivales. Es una certeza. El Liverpool desembolsará 36 millones de euros por los servicios de El Niño, de 23 años, al que Anfield arropará las próximas seis temporadas entonando, la voz hacia el cielo, el clásico Nunca caminarás solo.

El Atlético confirmó ayer, pasadas las siete de la tarde, lo que era un secreto a voces. Torres, su capitán, su jugador bandera, el único futbolista de la plantilla que padeció los dos añitos en el infierno de la Segunda División, se va a Inglaterra. Un salto de vértigo, de la ribera del Manzanares a la del Mersey. De un club que no gana un título desde el doblete de 1996 al subcampeón de Europa y ganador hace tres temporadas de la Champions. "No pasa nada. Hay que entenderle. Incluso cuando acabe su contrato, seguirá siendo joven y podrá mostrarnos todo lo que haya aprendido en la Premier", repiten, como una gota malaya, en los mentideros del Calderón. El Atlético, que ya acordó hace un mes la operación con el conjunto británico, se guarda el derecho de tanteo -si deja el Liverpool- sobre el punta, que prefería cuatro años de contrato.

El delantero, el fichaje más caro de los 'reds', cobrará 6,5 millones al año, sólo menos que Gerrard

Torres interrumpió sus vacaciones en la Polinesia y regresó el domingo a Madrid. Apenas tuvo tiempo de reponerse del jet-lag. El lunes, después de la reunión que los responsables de Bahía Internacional mantuvieron en el Calderón con la directiva atlética, voló a Liverpool. Ayer, a media tarde, terminó de pasar el exhaustivo reconocimiento médico al que le sometió su nuevo club. Por algo El Niño, desde ahora The Kid, es el fichaje más caro de la historia del cuadro de Rafa Benítez. Eso sí, el Liverpool se quedó cuatro millones por debajo de los 40 que estipula la cláusula de rescisión de Torres, que baja a 36 si se descuenta el 10% que le corresponde al futbolista. Viéndolas venir, el Atlético se preocupó de reducir el verano pasado los 90 millones de cláusula iniciales.

Ya por la noche, el delantero regresó a Madrid con las horas justas para descansar y asumir una tarea ingrata: hoy se despedirá de la afición rojiblanca. Lo hará a partir de las diez de la mañana, en la Sala vip del Calderón, acompañado por el presidente de la entidad, Enrique Cerezo, y el director deportivo, Jesús García Pitarch. Apenas unas horas antes, durante la presentación de Luis García, Cerezo esquivaba como podía las preguntas sobre el futuro de Torres: "Es jugador del Atlético y no hay más que hablar. Cuando se produzca, lo veremos, a no ser que seamos adivinos". Hoy por la tarde, Torres firmará y será presentado en Liverpool.

En las dos últimas semanas, en los despachos del Calderón se han confirmado, sin apenas tiempo para la reflexión, una riada de incorporaciones para "reforzar todas las líneas y dar el salto definitivo", según insisten los directivos consultados. Aunque el conjunto de Javier Aguirre vuelve al trabajo el lunes que viene, las prisas en cerrar los fichajes tenían otra finalidad: levantar una cortina de humo ante la marcha de Torres.

La salida del delantero, que cobrará 6,5 millones al año, cantidad sólo por debajo del sueldo de Gerrard, pone fin a siete años de idilio con su primer y hasta la fecha único equipo, con el que marcó 75 goles en Primera y siete en Segunda. Noveno máximo anotador del Atlético en su historia, debutó el 27 de mayo de 2001. Una semana más tarde, en Albacete, marcó su primer gol. Ahora, el Atlético pierde a su emblema, que llevará el 9 en el Liverpool. Los reds juegan su primer amistoso este sábado.

El Atlético también se despedirá en un visto y no visto de un buen pellizco de la operación. Alrededor de 28 de los 36 millones se destinarán a las deudas que mantiene con Hacienda. "No es para tanto. Nosotros pagamos a la Agencia Tributaria como cualquier otro ciudadano", zanjan en el club. Su deuda con las Administraciones Públicas era, a 30 de junio de 2006, de 181.351.054,38 euros, de ellos más de nueve a corto plazo.