El BNG acusa a Cacharro de agotar los fondos de la Diputación
Las millonarias partidas presupuestarias que el presidente en funciones de la Diputación de Lugo, Francisco Cacharro, aprueba en cada junta de gobierno semanal están suscitando el recelo de los partidos que ahora, también provisionalmente, se encuentran en la oposición dentro de la Diputación, pero que aspiran a relevar, tras 24 años, al barón popular.
Cacharro lleva tiempo presidiendo juntas de gobierno donde las inversiones aprobadas están muy por encima de la media habitual de años anteriores. Rara es la sesión de los viernes que no supera los 6 millones de euros. Cacharro lo justifica porque, aún en situación de transición, "no se puede hacer dejación de funciones". Pero desde el BNG, su portavoz y aspirante a tener un papel relevante en el previsible futuro gobierno de coalición con el PSOE, Antón Bao, no traga con la versión del popular, al que acusa de dejar "hipotecada" la institución.
Bao incluso va más lejos y deja entrever la existencia de convenios firmados en los últimos días con "objetivos poco claros". "Cacharro", sostiene Bao, "quiere limitar la capacidad de decisión política del nuevo gobierno agotando el presupuesto y dejando a la Diputación en una situación delicada".
Entre los gastos aprobados figura la puesta en marcha de dos piscinas climatizadas en municipios de escasa población: A Pastoriza y Becerreá. Son instalaciones cuyo mantenimiento diario parece imposible de asumir para unos municipios con pocos recursos. Incluso lo llegó a aceptar un ex mandatario que, cuando ya sabía que no se presentaría a la reelección, no tuvo inconveniente en comentar que la inversión está hecha y, precisó, "el que venga que cargue con el tema".
Bao, que fue concejal en Becerreá, opina que las piscinas "no son infraestructuras sustentables" en el futuro por pequeños municipios. Pero los gastos aprobados también llegan a otros apartados como una inversión que superó de largo los 600.000 euros para reparar unas escaleras del Pazo Provincial de San Marcos, sede de la Diputación. Además, Bao recordó que en este último tramo de mandato se solicitó un crédito de 50 millones de euros a pagar en 10 años para "obras y proyectos singulares".
Para el BNG, todas estas decisiones se enmarcan en la marcha del que fue presidente de la Diputación de Lugo más longevo, e incluso encuentra una similitud con la firma de convenios masivos que realizó el gobierno en funciones de la Xunta de Fraga. "Es la misma estrategia que hizo el PP cuando perdió el gobierno gallego para dejar hipotecado el presupuesto del nuevo gobierno", subrayó.
El grupo provincial del BNG también critica "de forma rotunda" el proceso de adscripción de complementos de productividad que está repartiendo en estos días la institución provincial. Bao asegura que dichos complementos superan en algunos casos los 13.000 euros.
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