"Es imposible fabricar un gran artista"
Bruce McLean (Glasgow, 1944), pintor, artista gráfico, escultor y autor de performances, visitó por vez primera Bilbao el pasado año. La ciudad le gustó por la comida y la actitud de la gente, "segura de sí misma", dice, por lo que decidió volver. Esta semana ha impartido un seminario multidisciplinar en BilbaoArte, una parada entre su trabajo en Londres, donde también da clases en la Slade School of Art, y su estudio en Menorca.
Pregunta. ¿Se puede enseñar el arte?
Respuesta. Es posible presentar proposiciones sobre arte, pero es imposible fabricar un gran artista. Puedes ayudar a la gente a descubrir su talento y a tener la actitud adecuada. Puedes dar energía, entusiasmar a los estudiantes. No sé qué es, pienso que es como una creencia. Los asistentes al seminario deben preguntarse sobre la naturaleza de hacer pintura en el siglo XXI. Discutimos sobre si es irrelevante o si es necesario, qué se debe mostrar.
P. ¿Y usted qué cree?
R. Es relevante. Y un artista extranjero debe propiciar el debate con los estudiantes, con los artistas más jóvenes.
P. ¿Qué piensa de los Young British Artist, [el grupo de los llamados jóvenes artistas británicos]?
R. Son muy conservadores. Han ido a buscar una presencia en las galerías, en los museos, en el establishment. Es deprimente; todos son miembros de la Royal Academy. En mi generación no ocurría lo mismo, estábamos lejos de lo que pedían las galerías, no buscábamos entrar en los museos. Los artistas deben saber decir algunas veces: no, gracias. Yo soy ahora parte del establishment, imparto clases y tengo obra en los museos, pero no me gusta.
P. ¿El artista debe ser un rebelde?
R. El artista debe tener libertad de pensamiento; cuestionarse todo. En especial, los artistas jóvenes deben discrepar de sus padres. Quiero decir que no puedes salir corriendo a las galerías para ser parte del establishment.
P. Usted ha colaborado frecuentemente con el arquitecto William Alsop. En el año 2003 intervinieron, por ejemplo, en el Convento del Carmen en la Bienal de Valencia. ¿Cómo plantean el trabajo juntos?
R. Jugamos, nos ayudamos el uno al otro, sin agenda, sin un plan previo. Mi contribución es invisible. Estamos juntos y charlamos, el resultado de esa conversación puede tener a veces un efecto. Es difícil explicarlo: somos amigos y hablamos mucho.
P. ¿Y a usted qué le aporta?
R. Me aporta mucho, porque estoy interesado en colaborar con artistas de otras disciplinas, sean artistas plásticos, compositores, escritores o poetas. Yo creo que las artes visuales no son una actividad para desarrollar en solitario. Yo nunca lo he hecho.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.