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Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El gavilán y el futbolista

Fútbol y telenovelas son los platos fuertes en las programaciones de televisión en América Latina desde hace por lo menos tres o cuatro décadas. Ya se sabe: ellos, el deporte rey; ellas, el melodrama lacrimógeno. Con respecto al fútbol, en España hay tanta o más afición que allá. ¡Qué cabe comentar sobre eso, cualquiera sabe las dimensiones planetarias que tiene!

Las telenovelas, en cambio, corren suerte desigual en España. Yo soy Bea (Tele 5), por ejemplo, sigue acaparando buena parte de la audiencia de la tarde. El lunes la vieron cuatro millones de personas (38,4%). La otra gran baza de la sobremesa es Amar en tiempos revueltos, con 2,4 millones (18,5%). El estreno de Antena 3 esta semana, Amores de mercado, debutó con un discreto 1,2 millones de espectadores (11,7%).

Amores de mercado combina fútbol y melodrama, aunque rápidamente se decanta por el segundo elemento. Tiene como protagonista a una de las parejas de la exitosa Pasión de gavilanes, el argentino Michel Brown (ex Franco Reyes y después presentador de Estoy por ti, también en Antena 3, un programa algo absurdo para emparejar disparejos) y la colombiana Paola Rey (ex Jimena Elizondo). La historia no tiene mayor interés. La vida de los enamorados se va enlodando a causa de la maldad y avaricia de algunos personajes cercanos. Ricos malos, pobres buenos. La eterna búsqueda del amor y la felicidad familiar. Con matices y variables. Difícilmente alcanzará la aceptación de su predecesora. Entre otras cosas porque la banda sonora era mucho más marchosa.

Amores de mercado empieza con un decisivo partido de fútbol en el que Diego El Rayo Valdés mete un gol en el último minuto y gana la Copa de la Libertad. Una torpe imitación. Brown ya no es gavilán. Y como futbolista no convence ni a las señoras poco aficionadas. El mismo día se veían las imágenes de la presentación del nuevo jugador del Barça, Thierry Henry, ante 35.000 personas. Reía. Una nueva pasión de gavilanes.

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