Paris Hilton está libre
La millonaria deja la cárcel tras 23 días de reclusión. Larry King le entrevista hoy en CNN
Al abandonar la prisión el pasado martes de madrugada, tras 23 días de arresto, Paris Hilton sonreía. Como cualquier preso que por fin atraviesa el umbral que une la vida en blanco y negro de una cárcel con la vida multicolor alejada de las rejas, Hilton desprendía felicidad. Y para que quedara constancia de su estado de ánimo, que en el caso de los presos comunes no suele importarle a nadie, decenas de cámaras se apiñaban frente a la cárcel de Lynwood (en las afueras de Los Ángeles) para inmortalizar la sonrisa y las primeras declaraciones de esta millonaria de 26 años que dio con sus huesos en la cárcel por darle a la botella y al acelerador al mismo tiempo y no cumplir con la prohibición de no volver a ponerse al volante.
Tan rubia como siempre, con su pelo recogido en una trenza y vistiendo unos vaqueros ajustados, Hilton era recibida a la puerta de la cárcel por su madre, que hasta se había llevado un plato de sopa caliente por si la niña salía con hambre. "Nos iremos a casa, nos pondremos el pijama, y charlaremos", anunciaba Kathy Hilton momentos antes de abrazar a su hija.
Paris Hilton se limitó a saludar con la mano a cámaras y admiradores y a sonreír. No hizo declaraciones. Está claro que prefiere guardárselas para la que se ha convertido en la entrevista del año: la estrella de la CNN, Larry King, tiene la exclusiva por la que se han peleado durante semanas todos los canales de la televisión estadounidense: media hora cara a cara con Paris Hilton.
Se llegó a hablar hasta de un millón de dólares por una entrevista que, pese a no tener ningún peso para la historia o el devenir de la humanidad, ha sido lo que más ha excitado a los medios estadounidenses desde la muerte de la pornoestrella Anna Nicole Smith. Pero, finalmente, Hilton decidió que no quería cobrar por hablar públicamente de su paso por la cárcel. Le basta con los millones que se embolsará por publicar su libro de memorias.
La joven, que primero se hizo célebre con un vídeo casero porno y, después, por su reality show La vida simple, no tuvo que cumplir los 45 días que el juez le había impuesto gracias a su buena conducta y al overbooking de presos que había en su prisión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.