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La madre que perdió la custodia de su hija desoye a la justicia y no la entrega al padre

Judit no volvió ayer con su padre, Jesús D. R., pese a que así lo había ordenado el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Manresa (Barcelona). Cuando la familia paterna fue a buscarla al domicilio materno no encontraron a nadie y acabaron en el juzgado de guardia denunciando a la mujer, Adriana L.A.

Ese juzgado dictó una sentencia de divorcio la semana pasada por la que retiraba la guarda y custodia a la madre y se la otorgaba al padre al considerar que era "la mejor solución" para que la pequeña superase la fobia que siente hacia él y de la que se responsabilizaba a la mujer. Días antes, el juzgado envió una comunicación a la madre en la que se le recordaba que tenía de plazo hasta ayer para entregar a la niña. Pero lo incumplió.

"No pensaba que pudiera llegar tan lejos. Si realmente quisiera a nuestra hija debería evitar que intervenga la policía", se lamentaba ayer el padre. De la mujer no se sabe nada y su abogado, el ex magistrado José Luis Jori, declinó ayer hacer declaraciones a este periódico.

No es la primera vez que la madre desoye un requerimiento judicial para entregar a la niña. El pasado mes de diciembre la justicia ya le reconoció al padre la guardia y custodia en un auto de medidas provisionales dictado en el proceso de separación de la pareja. La respuesta de la madre, con la ayuda de su familia, fue desaparecer con Judit. Por ese motivo la fiscalía reclamó, y el juez lo acpetó, la apertura de diligencias penales contra la progenitora y los abuelos maternos por los supuestos delitos de sustracción de menores y abandono de menores.

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