El Bloque volverá a la ponencia del voto emigrante si no es "un lavado de cara"

Dos semanas después de que el portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, anunciase formalmente que su grupo abandonaba la ponencia sobre la reforma del voto emigrante, el coordinador nacional de la Ejecutiva nacionalista, Francisco Jorquera, se mostró ayer dispuesto a retomar los trabajos si se constata que el PP y el PSdeG no pretenden utilizarla como "un lavado de cara" y asumen un compromiso claro de introducir los cambios necesarios para regular ese tipo de sufragio.

En una entrevista en la Radio Galega, Jorquera rebajó el tono crítico empleado por su partido en las últimas horas -Aymerich llegó a acusar al PSOE de traficar con votos- e insistió en que el BNG pretende ir más allá y, además de reformar el sistema de votación en el extranjero para que sea "más garantista", aboga por impulsar otros cambios dirigidos a restringir el derecho al voto de los residentes ausentes. El número dos del Bloque recordó la injusticia que a su juicio representa que un marinero en alta mar no pueda votar en los comicios a los que sí están llamadas otros ciudadanos que tienen "una mínima o nula vinculación con Galicia".

La negativa de socialistas y populares a abordar la cuestión del derecho del voto emigrante en el Parlamento gallego en este momento fue el motivo esgrimido por el BNG para abandonar los trabajos de la ponencia. Los nacionalistas sostienen que la negativa de los otros grupos impedirá que la reforma pueda estar lista para las elecciones generales que, si no se produce una convocatoria anticipada, tendrán lugar en el primer trimestre de 2008.

"Orozco no asimila el 27-M"

El coordinador de la Ejecutiva del Bloque aludió a las tensionadas negociaciones que socialistas y nacionalistas mantienen en Lugo para formar gobierno y culpó al actual alcalde y candidato socialista en los pasados comicios, Xosé López Orozco, de no haber aceptado los resultados electorales del pasado 27 de mayo. "Todavía no ha asimilado la nueva situación, el mandato de la sociedad que quiere dos referentes políticos claros", aseguró. Jorquera aseguró que se iba a abstener de calificar la actitud del alcalde socialista "para no entorpecer las negociaciones" y negó que hubiera un problema de personalismos en Lugo. "Por lo menos en la parte del BNG no lo hay, somos una fuerza que practica el diálogo y la negociación en base a propuestas programáticas", declaró.

El dirigente nacionalista reconoció que los resultados de los comicios municipales en las ciudades "no fueron muy beneficiosos" para el BNG, pero lo atribuyó a la influencia de la política estatal en la campaña. Jorquera lamentó que Galicia reprodujese el mismo esquema electoral de primarias que se dio en España. Eso explicaría según él. el número de votos cosechados por el Partido Popular en ayuntamientos como Lugo y A Coruña.